Francina Armengol: "Seguiremos acompañando a los sectores que lo están pasando peor, pero el dinero público no es infinito"
Entrevista a la presidenta del Govern, Francina Armengol, en el programa La Brújula Illes Balears de Onda Cero.
Illes Balears |
El Govern contempla en el presupuesto de la comunidad para el año que viene la concesión de ayudas económicas a las empresas que se vean afectada por las restricciones derivadas de la crisis sanitaria. Ya esta semana se anunciaba una línea de subsidios por valor de siete millones de euros que se destinarán a los bares y restaurantes de Mallorca tras pasar la isla al nivel cuatro del 'semáforo COVID'. Sin embargo, en una entrevista concedida al programa La Brújula Illes Balears de Onda Cero, la presidenta autonómica, Francina Armengol ha mostrado su intención de "seguir acompañando a los sectores que lo están pasando peor", aunque ha reconocido que "el dinero público no es infinito".
El archipiélago llega a las puertas de la Navidad liderando la incidencia acumulada de todo el país. Preguntada por el papel que ha jugado su ejecutivo, Armengol dice que "siempre hace autocritica" y reconoce la "dificultad" para gestionar la pandemia. La líder del ejecutivo autonómico atribuye el aumento exponencial de contagios en las islas a la relajación de la ciudadanía y al hastío generalizado tras casi 10 meses de restricciones.
En declaraciones a Onda Cero, la presidenta del Govern ha rechazado realizar un cribado masivo a toda la población balear antes de acabar el año como ha pedido el PP porque "técnicamente no tiene sentido". También ha descartado hacer pruebas PCR a los pasajeros que se desplacen entre islas "como se acordó en la conferencia de presidentes de los Consells insulars".
Francina Armengol ha justificado el cierre de los bares de Mallorca a las seis de la tarde durante los viernes, sábados y vísperas de festivo para poner coto al 'tardeo', admitiendo la dificultad para controlar esta actividad.
En último lugar, la jefa del ejecutivo autonómico ha mostrado su confianza en que el sistema público de salud pueda soportar el aumento de la presión asistencial en enero, tras un más que probable repunte de contagios de coronavirus que se sumará a la habitual saturación hospitalaria que provoca la gripe estacional.