Marga Bonnin ha vivido un fin de semana cargado de emociones. El título de Izan le ha llenado de alegría después de años de sacrificio para que su hijo pudiese competir en el deporte que más le gusta. La madre de campeón del mundo en Moto 3 destaca la pasión de Izan por el motociclismo desde que era un niño: "Siempre le gustaron las motos. Cuando cumplió tres años le regalamos una moto de juguete en reyes y fue una locura. Lo apuntamos en la escuela de Lorenzo competición porque cuando lo llevábamos a fútbol con su hermano que jugaba lloraba y no quería ir. Es un deportes de riesgo y se sufre muchísimo, compensa cuando termina la carrera y lo ves feliz. Las carreras las veo a medias, las suelo ver después. En la de Australia no aguanté y al día siguiente la vi con tranquilidad ".
Sacrificio económico
La familia ha tenido muy presente la ilusión de Izan y no dudó en realizar un esfuerzo económico para que pudiese competir. Marga Bonnin recuerda con cariño los inicio y la unión familiar: "Económicamente el motociclismo es complicado para una familia trabajadora. Hemos vendido lotería o calendarios. Nos hemos sacrificado como dejar de hacer viajes. Cuando tienes otro hijo tiene que ser consciente. Tengo la suerte de tener un hijo mayor maravilloso porque se ha sacrificado por su hermano. La recompensa ha sido bestial. Las botas de Izan valían cuatro o cinco veces más que las de fútbol de mi hijo mayor. A padres que estén en esta situación les diría que disfruten el camino, que no piensen en cuanto dinero pierden y que piensen en el tiempo que están con su hijo pasando momentos bonitos. Nunca pensé que mi hijo iba a llegar ".