Decenas de turistas borrachos, en su mayoría británicos y franceses, no quisieron terminar la fiesta una vez cerrados los locales de ocio de Punta Ballena (Magaluf) el pasado fin de semana. Los vídeos del desfase, bronca y aglomeraciones abrieron informativos y volvieron a dañar la imagen de este destino turístico de Calvià. La violencia de algunos turistas que causaron destrozos a coches y pusieron en peligro a conductores y transeúntes ha indignado a restauradores y comerciantes, que piden mano dura.
El alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez, atiende los micrófonos de Onda Cero para asegurar que la presencia policial, que se ha visto reforzada este verano, controlará los excesos que no deben ser permitidos nunca y menos en tiempos de pandemia.