Baleares se enfrenta a una situación de sequía que ha llevado a las autoridades a activar medidas de restricción del consumo de agua. Según los últimos datos, las reservas hídricas se han reducido hasta el 43%, lo que supone un descenso significativo respecto a años anteriores.
La Unidad de Demanda (UD) de es Pla ha entrado en alerta, lo que implica la aplicación de medidas restrictivas como la limitación del riego de jardines, la limpieza de calles y el uso de agua en instalaciones turísticas. Estas medidas se suman a otras ya establecidas en algunas zonas, como la reducción del consumo de agua en viviendas ubicadas en suelo rústico.
Los municipios que integran la Unidad de Demanda de es Pla son Algaida, Ariany, Costitx, Lloret de Vistalegre, Llubí, Maria de la Salut, Montuïri, Muro, Petra, Porreres, Sant Joan, Santa Eugènia, Santa Margalida, Sencelles, Sineu y Vilafranca de Bonany.
A pesar de las lluvias registradas en agosto, especialmente en Menorca y Mallorca, la situación hídrica sigue siendo preocupante. La escasez de precipitaciones en años anteriores y el aumento de la demanda debido al turismo han contribuido a agotar las reservas.
El Govern balear ha hecho un llamamiento a la población y a los sectores económicos a colaborar en el ahorro de agua, adoptando medidas sencillas como reducir el tiempo de las duchas, reparar fugas o reutilizar el agua. Asimismo, se han intensificado las campañas de concienciación para sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de un consumo responsable del agua.