ARCA tilda de "tomadura de pelo" el cambio de regulación de terrazas en Palma
La entidad ha anunciado que presentará alegaciones contra el cambio de normativa que consideran que presenta "diferencias mínimas" con el anterior.
La Asociación para la Revitalización de Centros Antiguos (ARCA) ha advertido hoy de que la nueva normativa de Ocupación de la Vía Pública aprobada ayer por el pleno del Ayuntamiento de Palma para regular las terrazas "no tiene nada de nueva y es tomar el pelo a la ciudadanía".
La entidad ha anunciado que presentará alegaciones contra el cambio de normativa que consideran que presenta "diferencias mínimas" con el anterior.
Según ARCA, las únicas diferencias sustanciales son la prohibición de toldos que se aplicará dentro de 18 meses y la obligación de recoger los utensilios al atardecer.
Además, la nueva ordenanza establece que el espacio mínimo de paso será de 2,5 metros en la zona Centro, Santa Catalina y es Jonquet, cuando hasta ahora eran 2 metros.
ARCA considera que era necesario cambiar la ordenanza de ocupación de la vía pública para corregir la anterior por los efectos negativos que ocasionan algunas terrazas y tiendas de obsequios, pero afirma que no se ha hecho.
Según la asociación, los problemas de ocupación excesiva de las terrazas en calles y plazas "quedarán prácticamente igual".
ARCA denuncia que "el impacto negativo sobre la imagen de la ciudad debido a mamparas, barreras, macetas y jardineras que compartimentan el espacio y los innecesarios y grandes rótulos de , bebidas y pizzas continuarán impidiendo la contemplación de la ciudad, y las plazas de en Coll, de la Merced, del Parlament y Weyler quedarán robadas como hasta ahora".
Respecto al impacto estético de los escaparates en fachadas, que están invadiendo la ciudad y "llenándola de souvenirs al estilo de Magaluf o La Playa de Palma", queda igualmente como está en la normativa actual.
Respecto a la prohibición de los toldos que reclamó ARCA, con la norma actual se permiten parasoles adosados y mamparas de hasta 1,70 metros de altura, "lo que consigue el mismo efecto o peor que el toldo".
"Se han necesitado tres años para que todo siguiera igual", denuncia ARCA, que es favorable a la existencia de terrazas pero se opone "al maltrato de la imagen de la ciudad que provocan muchas de ellas y la excesiva ocupación de espacio público en determinados lugares".
También rechaza la colocación de enseres en las fachadas de las tiendas del Centro Histórico y barrios tradicionales de Palma, mayoritariamente dirigidos a los turistas.