Comerciantes y empresarios salen a la calle para defender el turismo de cruceros en Palma
Una docena de entidades firman un manifiesto en el que vindican la "importancia" del turismo de cruceros en la vida "social y económica" del tejido empresarial de la capital balear.
La Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (Pimem) ha convocado este martes a las 18.00 horas una concentración en la Estación Marítima 2 del Puerto de Palma a favor del turismo de cruceros, un llamamiento al se han unido una docena de entidades y asociaciones del sector de la restauración, comercial y empresarial de Baleares.
Las entidades pretenden reivindicar así la "importancia" del turismo de cruceros en la vida "social y económica" del tejido empresarial de Palma.
Para ello, se han referido a un estudio sobre el impacto económico de los cruceros en Baleares realizado en 2015 de forma conjunta por la Universitat de les Illes Balears (UIB), la Cámara de Comercio de Mallorca y la Autoridad Portuaria de Baleares (APB) que revela que dicha actividad genera 256.678.960 millones de euros y 5.733 puestos de trabajo en Baleares.
"GESTIÓN SÍ, LIMITACIÓN NO"
La docena de entidades firman un manifiesto en el que el sector solicita al Govern, Consell y Ayuntamiento de Palma la toma de "medidas" para "proteger" el turismo de cruceros bajo la máxima "gestión sí, limitación no".
Los empresarios abogan por una gestión "ordenada y escalonada" de la llegada de cruceros para "intentar evitar" la presencia de más de tres cruceros al día, además de instar a que dichas embarcaciones reduzcan las emisiones contaminantes.
En este sentido, piden que las carteras de Medio Ambiente de las distintas instituciones autonómicas, insulares y municipales aporten datos sobre las emisiones de los cruceros para "acabar con debates estériles", ya que, según recuerdan, el Informe de Calidad del Aire de 2017 del Govern "no aporta datos" que señalen a los cruceros como "únicos responsables" de la contaminación en Palma.
FINANCIACIÓN CON EL ITS DE UN ESTUDIO SOBRE CONTAMINACIÓN
Otras de las peticiones del sector son la realización de un estudio sobre la contaminación de los cruceros financiado con fondos recaudados por el Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) o un nuevo estudio sobre el impacto económico de la actividad en Baleares.
En este sentido, los empresarios alegan que el turismo de cruceros "no ocupa plazas ni sobrecarga" las vías de Palma al representar "menos del 8 por ciento" del turismo de Mallorca, por lo que consideran que "responsabilizar" a los cruceros es una forma de "no querer afrontar" la gestión en otras áreas del turismo.
Finalmente, solicitan a las instituciones públicas la toma en consideración del tipo de turismo que conllevan los cruceros, cuyos pasajeros "no causan conflictos" y consumen "un mínimo" de recursos, por lo que piden mantener las sinergias entre Govern, Cort, Consell, APB para aumentar el presupuesto destinado a campañas que desarrollen el turismo de cruceros en Palma, ofreciendo alternativas de punto de descarga o implementando aplicaciones con información sobre flujos para el turista.
Las entidades firmantes del manifiesto son Pimem, Pimeco, la Asociación Sindical de Autónomos del Taxi, la Asociación Mallorquina de Autónomos del Taxi, la Federación Empresarial Balear de Transporte, la Agrupación Empresarial de Agencias de Viajes de Baleares, Apeam, la Asociación Mallorquina de Actividades Turísticas, el Gremio de Oficios, Artesanos y Artistas de Baleares, la Asociación Restauración, Aevab, Habtur Baleares o el Colegio Oficial de Guías Turísticos de Baleares.
MÁS DE 10.300 FIRMAS PARA LIMITAR LAS LLEGADAS DE CRUCEROS
Cabe señalar que la semana pasada, la Plataforma contra los 'Megacruceros' presentó 10.316 firmas ante el Consolat de Mar en las entidades y personas firmantes apoyan el manifiesto de la entidad, que solicita la limitación a un megacrucero diario atracado en el puerto de Palma, así como fijar en 4.000 la llegada máxima de cruceristas al día.
La Plataforma, que agrupa una treintena de entidades, ya ha presentado el manifiesto al Ayuntamiento de Palma, al Consell de Mallorca, a la Autoridad Portuaria y, ahora, al Govern con el fin de solicitar una reunión con el Ejecutivo para abordar la cuestión.