El conductor que en octubre de 2022 arrolló el cuerpo del turista alemán supuestamente arrojado desde una furgoneta en la autopista de Llucmajor ha asegurado que no le dio tiempo a reaccionar y que es "imposible" que estuviera de pie. El juicio con jurado por el crimen del joven alemán sigue este lunes en la Audiencia Provincial con la declaración de varios testigos, entre ellos, el conductor que arrolló el cuerpo del joven y el taxista que circulaba justo detrás de él.
En su declaración testifical, el primero ha explicado que vio como dos vehículos que circulaban unos metros por delante "se abrían", momento en el que vio y arrolló "algo que no sabía lo que era". Fue segundos después, cuando paró y constató que se trataba de un cuerpo. A preguntas de la fiscal y la abogada de la familia, el conductor se ha mostrado convencido en que el cuerpo, lo que él inicialmente percibió como una caja, estaba tumbado. De haber estado de pie, ha señalado, el coche habría sufrido daños en la parte frontal. Ni él ni el taxista, según han señalado, vieron la furgoneta de la que supuestamente habría sido arrojado el cuerpo del turista alemán.
LOS ACUSADOS SE ESCONDIERON DE LA POLICÍA LOCAL
La sesión de este lunes ha acogido la declaración como testigo del responsable aquel fin de semana de la furgoneta implicada en los hechos, que ha indicado que uno de los acusados, que estaba alojado temporalmente en su casa, se apropió de las llaves y que la tuvo durante todo el fin de semana. Los acusados regresaron al domicilio el domingo, el día después de los hechos, asegurando uno de ellos, además, que era el morador de la vivienda y sin mención alguna al suceso de la autopista.
A la llegada de la Policía Local para mediar en el incidente, ha añadido, le pareció que los acusados se escondían. El testigo, ha asegurado, estaba también escondido por miedo a los procesados. El hombre ha afirmado que el domingo durmió en un hotel después de haber recibido amenazas de muerte por parte de uno de los procesados. El sábado, poco antes de los hechos, los acusados habían regresado a la casa para que uno de ellos se cambiara de camiseta, pero se volvieron a marchar.
Este hombre fue despedido a los pocos días sin poder demostrar a los responsables de la empresa que no tenía nada que ver con algunas conductas irregulares en relación a la furgoneta. Precisamente, el gerente de la empresa de la furgoneta ha asegurado que "el vehículo registraba recorridos que no gustaban" y que se constataron visitas a lugares de tráfico de drogas.
El Tribunal del Jurado de la Audiencia Provincial ha retomado este lunes el juicio por el crimen del turista alemán que fue arrojado de una furgoneta en marcha a la autopista de Llucmajor en octubre de 2022. La Fiscalía considera los hechos constitutivos de un delito de asesinato y pide para cada uno de los acusados 25 años de prisión y que indemnicen conjuntamente a cada progenitor del joven con 86.400 euros y, a su hermana, con 24.700 euros.