El Consell de Mallorca ha anunciado este viernes que reducirá el techo de plazas turísticas de las 430.000 que se fijaron en 2018 hasta las 412.000. El presidente del Consell de Mallorca, Llorenç Galmés, ha reconocido que el crecimiento de los últimos años ha puesto en riesgo "la convivencia entre residentes y viajeros y la sostenibilidad de la actividad turística".
Galmés se ha marcado como reto la regulación de los flujos turísticos y asegura que rebajar el techo de plazas es una "decisión importante y valiente".
De esta forma, la institución insular modificará el Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos (PIAT), analizará la capacidad de carga a partir del techo establecido y desarrollará un nuevo reglamento que permitirá gestionar cuál es la capacidad de carga.
El conseller insular de turismo, José Marcial Rodríguez, ha adjudicado al anterior equipo de gobierno la responsabilidad del crecimiento turístico, que ha definido como "desmesurado", y ha señalado que su objetivo es que los mallorquines se sientan "visitados, pero no invadidos". Su discurso ha servido para criticar la moratoria aprobada en la pasada legislatura que, señala, permitió un incremento de casi 90.000 camas hoteleras y de alquiler vacacional en la isla.
El nuevo techo de 412.000 plazas turísticas de Mallorca se repartirá entre 308.000 camas para al sector hotelero y 104.000 para el alquiler vacacional.
La medida llega después de que la presidenta balear Marga Prohens afirmara esta semana que el modelo turístico de Baleares "ha llegado a su límite" y tras los múltiples atascos que sufren los residentes en las carreteras en las últimas semanas, especialmente en Mallorca.
