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Constructores de Baleares promueven un "libro blanco para consensuar el urbanismo del futuro"

El documento es fruto del consenso del sector de la construcción balear en su conjunto, representando a más de 16.500 empresas en las Islas y a más del 10% de la fuerza laboral de las islas.

Europa Press

Baleares |

Imagen de archivo de viviendas | Archivo

La Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) ha presentado este miércoles el 'Libro Blanco del Urbanismo y la Edificación en Balears' para consensuar el urbanismo del futuro".

El documento es fruto del consenso del sector de la construcción balear en su conjunto, representando a más de 16.500 empresas en las Islas y a más del 10% de la fuerza laboral de las islas.

La propuesta ha sido presentada por el vicepresidente de la CAEB, Eduardo López, y el presidente de la Comisión de Construcción y Empresas Auxiliares de CAEB, Óscar Carreras, acompañados por los presidentes y representantes de las diferentes organizaciones empresariales de Baleares que representan al sector.

El vicepresidente de CAEB ha destacado que con este documento invitan a los agentes sociales a participar en este libro blanco, que debe servir de "para definir los próximos 20 años de actuación pública y privada" y resolver las necesidades de las islas "en materia de vivienda, infraestructuras y urbanismo".

Por su parte, Carreras ha destacado que "Baleares debe resolver el problema de la vivienda y las infraestructuras con responsabilidad y valentía porque nos acercamos a un conflicto social".

Carreras ha explicado que "Baleares se enfrenta ya a un escenario de enorme dificultad e importantes consecuencias sociales en el que el acceso a la vivienda para la población residente se hace cada día más complicado con unos precios inaccesibles, y al alza, tanto para la compra como para el alquiler".

A su vez, ha dicho que "las infraestructuras están desactualizadas y no dan abasto para el creciente número de residentes y visitantes".

"Mientras, las sucesivas administraciones han ido apostando por un enorme acumulo legislativo, parches a corto plazo, que solo han provocado una tremenda inseguridad jurídica y que prácticamente nada han aportado a la solución estructural los problemas", ha añadido.

En el documento se recoge que Baleares sufre "un continuo incremento de la población" y para los siguientes 12 años se espera un incremento de 213.000 habitantes, mientras que, "como efecto de la crisis inmobiliaria, arrastra en la actualidad un déficit acumulado de más de 16.000 viviendas".

Carreras también ha señalado que el texto surge de "agentes activos con gran experiencia y muchas ganas de ayudar a mejorar" el entorno en el ámbito de la edificación y la vivienda "para poner a disposición de la sociedad su experiencia y conocimientos".

MEDIDAS

Entre muchas otras medidas, el libro blanco propone "retomar con intensidad" los planes de vivienda, adaptados a la realidad social, como medio para lograr un parque público de vivienda en alquiler permitiría --con un volumen suficiente-- el control de los precios de alquileres.

Estos planes deben contemplar especialmente el primer acceso a vivienda de jóvenes y colectivos necesitados de ayudas, pero requieren una apuesta clara desde los presupuestos autonómicos por la vivienda social.

Además, indica que "es preciso reestudiar" la vivienda social, el volumen necesario, su coste y, sobre todo, su gestión.

El camino no es solo adquirir o construir viviendas para los colectivos más necesitados, no se trata de perpetuar situaciones sociales difíciles, según queda recogido en el libro que señala que "la correcta gestión integral de las ayudas, tanto en vivienda como en apoyos sociales debe reconducir a las familias necesitadas a la mejora integral de sus condiciones de vida".

En términos generales se propone "un modelo claro y estable" de desarrollo urbanístico, con amplio consenso político que lo dote de seguridad jurídica, una política de vivienda pensada "a largo plazo y una planificación de los recursos administrativos necesarios para el desarrollo de esta política".

Así, señalan que toda la sociedad debe implicarse, pero "es necesario" el impulso de la clase política para abrir los caminos hacia "un modelo consensuado, sostenible y duradero que defina el futuro del desarrollo urbanístico en las islas".