España y los países del sur avisan de que "no pueden hacer frente a la presión migratoria de toda la UE"
Sánchez pide junto a Italia, Grecia y Malta que se regule mejor la solidaridad europea e insiste en repartos obligatorios
Los Gobiernos de España, Italia, Grecia y Malta consideran que la propuesta de pacto europeo para la gestión de las migraciones contiene "desequilibrios" que minan la solidaridad con los países de primera entrada y pretenden, entre otras cosas, que no se abandone la idea del reparto obligatorio de quienes llegan a Europa.
"Los Estados miembros de primera línea no pueden hacer frente a la presión migratoria de toda la Unión Europea" dicen los Gobiernos de Pedro Sánchez, Giuseppe Conte (Italia), Kyriakos Mitsotakis (Grecia) y Robert Abela (Malta) en un documento de trabajo enviado a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el del Consejo Europeo, Charles Michel y la canciller alemana, Angela Merkel, presidenta de turno de la UE.
A su juicio, las reglas que se proponen en el pacto "son detalladas y estrictas en cuanto a las responsabilidades de los Estados de primera entrada, mientras que los mecanismos de solidaridad (del resto) son complejas y vagas".
Defienden, por ejemplo, que la idea de "redistribución obligatoria" --las cuotas que rechazan otros países-- "debe mantenerse como la principal herramienta de solidaridad" y que debe haber garantías de que los "retornos patrocinados" son eficaces.
En conjunto, reclaman que el sistema sea "predecible" y permita superar las "soluciones ad hoc" --de reparto de migrantes-- de los últimos años con un "mecanismo estructural permanente" que cubra todos los aspectos de la migración.
Así, piden definir más claramente las reglas de solidaridad ante las llegadas de migrantes y piden "soluciones coordinadas y factibles", porque piensan que las soluciones basadas en la "ficción jurídica de no permitir la entrada en la UE a quienes no son elegibles para recibir protección internacional no son realistas y no van a funcionar".
Los cuatro dicen que tendrán un enfoque constructivo para llegar a un acuerdo, bajo el principio de que "nada estará acordado hasta que todo esté acordado". El documento se ha dado a conocer el mismo día que España e Italia celebran en Palma una cumbre bilateral en la que, entre otros asuntos, pretenden reforzar su sintonía en las discusiones europeas.
En ella los dos Gobiernos van a consensuar otro documento de trabajo, esta vez sobre 'vecindad sur' de la UE, otro aspecto que, a juicio de los cuatro gobiernos que se han dirigido a Bruselas, hay que reforzar en el pacto migratorio.
Fuentes gubernamentales españolas consideran que las discusiones sobre el nuevo pacto migratorio no está en absoluto maduro para ser acordado antes de final de año.
Retornos patrocinados
Sobre los retornos "patrocinados" como mecanismo de solidaridad entre socios europeos, avisan de que, para que éstos sean una herramienta efectiva que "alivie la carga de los Estados de primera línea" hay que hacer más eficaces y más factibles los tiempos y las modalidades.
Para ello hay que tener en cuenta la dimensión externa, con una "densa red de alianzas" con los países de origen y tránsito y acuerdos de readmisión. Los Gobiernos quieren herramientas e "incentivos positivos" para promover "compromisos de amplio espectro" con los países terceros.
El documento también pide revisar la propuesta de procedimientos obligatorios en frontera para examinar rápidamente las solicitudes de los migrantes y reclama que el aplicarlos o no, así como las categorías de personas a las que se les aplica, debe ser una prerrogativa de cada Estado, que es quien está mejor capacitado para decidir si es factible.
No son aceptables grandes centros cerrados en la frontera
Además, avisan que la regulación de estos procedimientos debe impedir "efectos indeseados" y de que "crear grandes centros cerrados en las fronteras externas no es aceptable". La gestión del asilo, prosigue, debe hacerse "con pleno respeto de los derechos humanos" y de los derechos de los solicitantes.
Por otro lado, estos gobiernos reclaman propuestas más claras "tangibles" sobre la relación con terceros países y los instrumentos financieros con los que se contará para apoyarlos. De entrada, quieren apostar "de inmediato" por firmar y aplicar acuerdos con países de origen y tránsito de los migrantes, en particular con los vecinos del sur.
Eso sí, subrayan que para eso hay que construir relaciones basadas en la confianza, en pie de igualdad y con frecuentes contactos, y posteriormente forjar herramientas, con financiación incluida, para gestionar la migración.
Los cuatro piden "equipar plenamente" a los vecinos del sur, pero dicen que no es solo "una cuestión de dinero" sino de "acciones que realmente respondan a sus necesidades". Para eso, piden un marco estable de financiación, pero también una gestión flexible que permita responder a las necesidades.