El Govern no descarta la posibilidad de tener que determinar algún tipo de ayudas al sector agrario "centradas en cereales y forraje" ni otras "más contundentes" debido a la sequía en Baleares.
Así lo ha comunicado el director general de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Fernando Fernández, este viernes, en una rueda de prensa, previa a la reunión de la Mesa de Sequía 2023, en la que ha explicado que en Baleares "la situación es un poco atípica y anómala" si se compara con zonas de la Península, como Aragón, Cataluña o Andalucía, donde "llevan seis o siete meses permanentes de sequía continuada, con altísimas temperaturas".
Esto se debe, según ha explicado Fernández, a que "hasta marzo, las precipitaciones fueron más o menos normales, en Baleares, en comparación con la última década" y "el agua unida a que las temperaturas fueron suaves hicieron que el indicador de vegetación fuera positivo". Y, sin embargo, ha añadido, "la situación se ha precipitado en los meses de marzo y abril, de forma muy acusada, hacia una condición de sequía".
"En los meses de marzo y abril, el clima ha sido seco, muy seco y, en algunas zonas, extremadamente seco", ha apuntado, señalando además que las temperaturas han sido "muy altas" estos meses, registrándose anomalías de "un grado y medio por encima de la media habitual".
De este modo, y "aunque había acumuladas reservas de agua", ha lamentado Fernández, "ha habido mucha evaporación, mucha sequedad y los cultivos han sufrido". "Todo lo ganado hasta marzo, se ha perdido en apenas un mes y medio", ha reconocido.
Por ello, se ha convocado la Mesa de la Sequía 2023, en la que han participado organizaciones profesionales agrarias y Cooperativas Agroalimentarias de Baleares. Una Mesa en la que el director general ha escuchado a las organizaciones del sector y comunicado las ayudas que plantea el Estado --Decreto Ley sobre sequía-- y a qué medidas de flexibilición de la PAC se pueden acoger, de acuerdo con una circular del Ministerio.
En este sentido, ha informado a la Mesa de la Sequía 2023, que la Conselleria negocia con el Ministerio para que las ayudas estatales para hacer frente a la sequía se adapten lo máximo posible a las especificidades de la agricultura y la ganadería de Baleares. El Ministerio, además, ha flexibilizado a la PAC y, entre otros, ha ampliado el plazo de la presentación de solicitudes hasta el 30 de junio.
También, ha señalado que "si desde esta Comunidad Autónoma hay que definir también algún tipo de ayuda se hará de manera muy quirúrgica y centrando estas en los cereales y el forraje, que es lo que, en estos momentos, preocupa".
Pues, cereales y forrajes sufren en la actualidad una situación "altamente sensible" debido a la falta de lluvias y al aumento de las temperaturas desde mediados de marzo y abril que "han acelerado la evaporación del agua y han secado estos cultivos y, en consecuencia, se ha producido una cosecha apresurada que propiciará una bajada de la producción", ha destacado Fernández, advirtiendo que las últimas lluvias llegan tarde para estos cultivos, excepto los tardíos. Esto es "muy preocupante" por la "alta dependencia que tienen de cereales y forraje el ganado para su la alimentación".
El resto de plantas, sin embargo, ha asegurado, Fernández, "están bien". "Las leñosas, como el olivar, el almendro o el viñedo, las frutales y las hortícolas están bien", ha subrayado.
Así mismo, y "más a largo plazo", el director general no ha descartado "tener que tomar medidas más contundentes" en relación a la situación de las masas de agua en Baleares.
Actualmente, según Fernández, "la situación de las masas de agua en Baleares es de normalidad en la zona norte de Mallorca y Serra de Tramuntana; así como en Menorca". Sin embargo, ha precisado, "es de prealerta, en las de Manacor, Felanitx, Migjorn, es decir, la zona sur de Mallorca, en las de Ibiza y Formentera".
"Si suben temperaturas, que es lo previsible en los próximos meses de verano, habrá más demanda de agua, tanto para el cultivo, como para los animales y los propios seres humanos, pudiéndose dar una situación de sequía hidrológica crítica", ha apuntado, incidiendo en que "ahí si que se pueden tener que tomar medidas más contundentes", no descartando restricciones del uso de las masas de agua en agosto.
Por ello, en la reunión de la Mesa de Sequía 2023, Fernández ha trasladado a las organizaciones agrarias que "hay que tener mucho cuidado con el uso del agua de acuífero" y les ha emplazado a "ser especialmente responsables en este periodo para no tener que aplicar medidas restrictivas en los acuíferos en el futuro".
Finalmente, el director general ha comentado que, a día de hoy, "se están analizando los caudales y volúmenes almacenados en las balsas de riego". Y, atendiendo a la situación de estas "se están organizando, con cada comunidad de regantes, tandas de riego y volúmenes máximos de consumo de agua de balsa por sistema de regadío".
Al respecto, ha puesto el ejemplo de que "si en la balsa de riego de Consell, por ejemplo, entran al día 600 metros cúbicos de agua a la balsa, la comunidad de regante no puede gastar más de 600 metros cúbicos cada día, con el objetivo de garantizar que esta mantenga un remanente del 30 por ciento reservado como reserva estratégica de agua".
La Conselleria de Agricultura tiene entre sus objetivos crear el Plan de la Sequía para reforzar la adaptación de los distintos cultivos al cambio climático y afrontar así la situación desde un punto de vista de adaptación estratégica y no puntual.
LOS DATOS CLIMÁTICOS DE 2023
Para terminar, ha detallado los datos climáticos de 2023, señalando que enero fue un mes normal en cuanto a precipitaciones, aunque fue cálido en Menorca y Formentera, y normal en Mallorca e Ibiza. Y, el mes de febrero fue un mes frío y muy húmedo, que fue extremadamente húmedo en Mallorca debido a la tormenta Juliette. Las precipitaciones fueron, en promedio, un 268 por ciento más de lo habitual, y en algunas estaciones llovió cuatro o cinco veces más de lo normal.
En cambio, marzo fue muy cálido en Baleares y, por lo general, muy seco, ya que llovió, de media, un 79 por ciento menos de lo normal. Abril ha continuado con la misma dinámica, ha sido un mes muy cálido y seco, ya que ha llovido un 60 por ciento menos de lo habitual. La primavera, por el momento, se ha caracterizado por pocas lluvias.
Estos datos, junto al sistema de teledección --un proyecto de la Conselleria y la UIB--, que recoge datos cada 16 días por satélite permiten elaborar los índices de vegetación (NDVI). Según los datos recogidos este trimestre, comparados con las imágenes del satélite del período 2000-2018, concluyen que hasta el 16 de enero, los valores NDVI han sido superiores a la media registrada, debido a las precipitaciones del otoño y el inicio del invierno seco y cálido; en general, de mediados de enero a marzo, la situación sigue igual, a excepción de la zona de la Marina de Llucmajor y posteriormente Campos, que muestran un déficit en los valores NDVI; y finalmente, las lluvias registradas hasta principios de marzo no mejoran la situación de Llucmajor y Campos. Paradójicamente, en la Serra de Tramuntana donde llovió tanto, se desarrolla una vegetación inferior a la normal, probablemente por los efectos adversos de la nevada.
El último mapa de síntesis de principios de mayo señala cómo la sequía es notoria en la mayor parte de Mallorca, a excepción del extremo oeste de la Serra, las montañas de Artà, la marina de Santanyí o la parte meridional de la Serra de Llevant. En Menorca, el déficit de desarrollo de la vegetación está claro en el Migjorn de la isla; en Ibiza, la falta de verdor es evidente en el Pla de Sant Antoni y en el área natural de Ses Salines; y el caso de Formentera, no presenta valores de déficit notorio.