Baleares debe construir 7.000 viviendas al año para igualar oferta y demanda, según los constructores de las islas, que también hacen un llamamiento desesperado, por la falta de mano de obra cualificada y no cualificada. Estas son algunas de las conclusiones a las que han llegado tras la asamblea celebrada por la Asociación de Constructores de Baleares este jueves en Palma.
La inseguridad económica, el precio de los materiales y la falta de mano de obra vaticinan una tormenta perfecta, dicen, para poder ejecutar las obras. Los constructores aseguran que el acceso a la vivienda en Baleares se agravará todavía más si no se pone una solución ya, porque seguirá siendo imposible sacar vivienda asequible al mercado en el 2023 por la escasez del suelo.
La directora general de Asociación de Constructores de Baleares, Sandra Verger, advierte de que en el archipiélago faltan 20.000 viviendas: "Desde 2019 no hemos superado los 4.000 viviendas, cuando la cifra óptima para el crecimiento poblacional de las islas y equiparar oferta y demanda sería 7.000".
Uno de los temas que más preocupa al sector es el déficit de mano de obra en las islas, que cuantifican entre unos 10.000 y 15.000 trabajadores en la construcción y ya no únicamente perfiles cualificados como meses atrás, sino de todo tipo de perfiles.
Fanny Alba, la presidenta de la Asociación de Constructores de Baleares, ha mostrado su preocupación al respecto: "Se había perdido la figura del encargado, que es un perfil bastante cualificado, pero ahora no encontramos ni peones".
El sector de la construcción insiste en que la solución para construir vivienda asequible en Baleares pasa por agilizar los trámites en suelos urbanizables, llegar a un pacto de vivienda entre partidos, crecer en altura y plantear ciudades compactas.