El fiscal anticorrupción Pedro Horrach reanudará este miércoles, a partir de las 9.15 horas, su interrogatorio a Iñaki Urdangarin en el marco del juicio del caso Nóos. La declaración del exduque de Palma arrancó el pasado viernes una vez finalizada la de su exsocio al frente del Instituto Nóos, Diego Torres, quien fue interpelado por las partes durante más de 25 horas.
Al inicio de su comparecencia ante el tribunal, el marido de la Infanta Cristina se desvinculó de las cuestiones relativas a facturación o contabilidad de la entidad que presidía y que, según las pesquisas, constituyó el epicentro de una trama a través de la que ambos exsocios se apoderaron de más de seis millones de euros de Baleares, Madrid y Comunidad Valenciana.
Sí reconoció que en Aizoon, empresa cuya propiedad comparte al 50 por ciento con su mujer y una de las mercantiles presuntamente 'tapadera' que conformaban el entramado de desvío de fondos, había empleados que él no conocía, de los que ha sabido durante este procedimiento judicial.
"Había empleados que no he conocido que supongo que eran para llegar a estos números y baremos fiscales", manifestó atribuyendo, sin embargo, la gestión de estos asuntos al exsecretario de Nóos, Miguel Tejeiro, para quien al inicio de la vista oral fueron retiradas las acusaciones que pesaban sobre él. Está previsto que más adelante declare como testigo.
Según las acusaciones, los empleados en cuestión ni trabajaban ni cobraban nómina a pesar de haber sido dados de alta en la Seguridad Social, lo que permitía aumentar los gastos deducibles a Hacienda además de disminuir la base imponible y la cuota a pagar en el Impuesto de Sociedades.
De hecho, tal y como manifestó por su parte el excontable del Instituto Marco Antonio Tejeiro, también acusado, tanto Urdangarin como Torres fingieron la contratación de empleados en la entidad y en otras empresas de la trama, entre ellas Aizoon, en aras a simular la actividad de estas entidades así como justificar y "ennegrecer" los ingresos que obtenía que de forma irregular obtuvieron de las Administraciones.
En concreto, el fiscal reclama 19 años y medio de cárcel para Urdangarin por urdir junto a Torres una estructura "hueca de contenido real" y "una maraña de facturación ficticia" para apoderarse del dinero público. Y para ello utilizaron el Instituto Nóos, al que manejaron "a su antojo" junto a otras mercantiles de su propiedad para que "operasen al servicio de sus intereses comerciales".
Horrach atribuye al exduque un delito continuado de malversación en concurso con otro de prevaricación, falsedad en documento oficial y falsedad en documento mercantil (seis años de prisión); estafa (tres años y medio); fraude a la administración (dos años); dos delitos fiscales (seis años), y un último de blanqueo de capitales (dos años).
El fiscal subraya cómo para defraudar a las instituciones públicas tanto Urdangarin como Torres fijaban precios totalmente desproporcionados por los servicios que prestaban a la Administración y posteriormente simulaban trabajos ficticios a mercantiles del entramado. Fondos que acababan así en manos de empresas controladas por los dos inculpados.
Se trata de Nóos Consultoría Estratégica, Aizoon, Virtual Strategies S.L., Shiriaimasu, Intuit Strategy Innovat y De Goes Center For Stakeholder Management, mercantiles de las que eran propietarios y administradores y que, junto al propio Instituto Nóos, han centrado el foco de atención de las investigaciones.