Vista previa el 14 de noviembre

Francesc Buils y otros nueve acusados por la última pieza del 'caso Voltor' buscarán un acuerdo para evitar otro juicio

Se investiga un presunto desvío de fondos del Govern a empresas controladas por la extinta Unió Mallorquina (UM) en la legislatura 2007-2011.

EFE

Illes Balears |

Francesc Buils, exconseller de Turismo de Unió Mallorquina | Europa Press

La Audiencia de Palma ha fijado para el 14 de noviembre una vista a prevención de la última pieza pendiente del llamado caso Voltor, que juzgará al exconseller de Turismo de UM Francesc Buils y a otros nueve acusados de malversar unos 900.000 euros del Instituto de Estrategia Turística (Inestur).

Las partes personadas en la causa han pedido este jueves a la sección primera de la Audiencia de Palma un aplazamiento ante la posibilidad de que se alcance un acuerdo de conformidad en este caso que comenzó a investigarse en 2010 y cuyos hechos datan de 2008, razón por la que se ha fijado la fecha del 14 de noviembre para celebrar una vista previa.

Junto a Buils, ya condenado por otros casos de corrupción por su etapa al frente de Turismo en la legislatura 2007-2011, están acusados Antoni Oliver, gerente del Inestur y los altos cargos del mismo organismo David Rebassa y Luisa Tortella.

Para cada uno de los cuatro la Fiscalía solicita 5 años de cárcel, así como 16 años y medio de inhabilitación, acusados de malversación, prevaricación y fraude a la administración.

También están acusados el exalcalde de Pollença Joan Cerdà, que fue alto cargo del Consell insular con la extinta Unió Mallorquina, y cinco empresarios cuyas sociedades se beneficiaron de adjudicaciones del Inestur presuntamente fraudulentas.

Para los empresarios y Cerdá, a los que considera cooperadores necesarios de malversación y autores de fraude a la administración, la Fiscalía reclama sendas condenas de 2 años y tres meses de prisión e inhabilitación por 4 años y medio.

La acusación pública sostiene que los políticos y altos cargos del Inestur se concertaron con los empresarios para beneficiarles "por perjuicio económico para la Administración" obviando las normas de contratación, impidiendo la concurrencia de competidores en condiciones de igualdad a los procedimientos para asignar contratos, anticipándoles información confidencial e impidiendo concursos legales.

Así se llevaron a cabo trece adjudicaciones y ampliaciones de contratos por las que se reclaman a los beneficiarios y a los presuntos prevaricadores que devuelvan a las arcas del Govern un total de 903.762 euros.