El comité de empresa de Cemex ha lamentado este lunes, tras reunirse con representantes de dicha compañía y de la Conselleria de Trabajo, que la cementera no vaya a dar "marcha atrás" y mantenga el expediente de regulación de empleo (ERE), que afectaría a unos 200 trabajadores de la planta de Lloseta. Desde el Govern, por su lado, han mostrado su apoyo a los trabajadores para intentar mantener los empleos.
En declaraciones a los medios de comunicación, el presidente del comité de empresa, Vicenç Villalonga, ha considerado que la "lucha será larga", ya que a pesar de que por "mucho" que lo han intentado la empresa mantendrá el ERE cuyas negociaciones empezarán el 5 de noviembre.
Villalonga ha lamentado que la empresa no haya dado "ningún paso atrás" y que las posibles alternativas que haya dado sean para negociar las salidas de los trabajadores "sin abrir la puerta a la reconversión de la instalación". "No queremos el cierre, la planta es viable", ha dicho.
Asimismo, ha explicado que, cuando les faciliten la información, solicitarán un informe para contrastar las cifras que, según la empresa, justificarían el cierre de la cantera. Además, ha anunciado que realizarán nuevas movilizaciones pero que todavía no se puede concretar las fechas.
Por su lado, el conseller de Trabajo, Iago Negueruela, ha explicado que irán mano a mano con los trabajadores para "velar por el mantenimiento de los puestos de trabajo". "Ahora veremos el escenario y qué solución se puede dar; esperemos que sea el mantenimiento", ha añadido.
Según ha dicho, la representación sindical cree que la fábrica es rentable y justifica su mantenimiento. "De entrada, respaldamos esa posición", ha manifestado el representante del Ejecutivo autonómico.
La intención de la empresa, por su parte, es mantener la planta como punto de distribución y almacenaje. Los representantes de la compañía que han acudido a la reunión no han realizado declaraciones a los medios.
Por su parte, el alcalde de Lloseta, Chema Muñoz, ha pedido que se llegue a un acuerdo antes del día 5 de noviembre para que haya el mínimo de despidos posibles. "La incógnita está en cuánta gente quedará" al no considerarse viable la cantera, ha planteado.