Rescate de Xisco Gràcia

Guardia Civil cree que el buceador rescatado está vivo porque decidió esperar

Si bien la Guardia Civil llevará a cabo la preceptiva y habitual investigación del suceso para determinar si cabe algún tipo de responsabilidad, con comprobación administrativa de permisos y seguros y "también a nivel técnico" sobre lo ocurrido, el miembro del GEAS ha explicado hoy en una rueda de prensa que considera que la actuación fue correcta.

ondacero.es

Baleares |

El buceador Xisco Gracia. | Agencias

La Guardia Civil considera que el espeleobuceador Xisco Gràcia, que fue rescatado el lunes tras permanecer 60 horas en una bolsa de aire de una cueva subacuática, sobrevivió al accidente porque tomó la decisión correcta de esperar ayuda y por la buena coordinación del operativo de rescate.

"Evidentemente Xisco está vivo porque tomó una buena decisión y porque ha habido una coordinación muy importante de todos los que hemos estado en el rescate. Creo que se han tomado las decisiones adecuadas y que por eso Xisco está con nosotros", ha asegurado hoy el miembro del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de Barcelona Enrique Ballesteros que participó en la operación, que ha alabado la fortaleza y tranquilidad de la víctima.

Si bien la Guardia Civil llevará a cabo la preceptiva y habitual investigación del suceso para determinar si cabe algún tipo de responsabilidad, con comprobación administrativa de permisos y seguros y "también a nivel técnico" sobre lo ocurrido, el miembro del GEAS ha explicado hoy en una rueda de prensa que considera que la actuación fue correcta.

El miembro de GEAS ha destacado la actuación del experimentado espeleobuceador en el incidente ocurrido el sábado por la tarde, cuando trabajaba con un compañero en la topografía de la cueva de Sa Piqueta, en Manacor.

Tras la rotura del hilo guía que utilizan para orientarse en las cuevas subacuáticas intentó repararlo y al quedarse sin suficiente aire para salir optó por "quedarse en la burbuja, que el compañero saliera y que avisara y le llevaran aire", ha detallado el especialista.

"Podrían haber intentado estirar el aire de uno, pero seguramente eso hubiera sido un suicidio y hubieran muerto los dos", ha añadido el GEAS, quien ha dicho que los accidentes más habituales ocurren con buceadores no habituados a cuevas, que se desorientan.

"Este es un rescate de espeleobuceo puro y duro y me parece que en España no hemos tenido ninguno así, en una cueva como es esta, que se enturbia muchísimo" y con muchas zonas estrechas, ha detallado.

Ha explicado que inicialmente, el grupo que estaba trabajando en la topografía de la cueva intentó un "autorrescate", que es "el procedimiento correcto, lo más rápido y fácil", pero lo impidió la turbidez del agua que imposibilitó encontrar el camino hasta la burbuja donde se quedó Gràcia.

Esperaron unas 15 horas para intentar que sedimentara y que el agua se aclarase, y paralelamente el operativo probó a llegar hasta él mediante perforación desde tierra.

Posteriormente, dos espeleobuceadores entraron a quitar "hilos de en medio para poder salir lo más limpios posibles", llegaron hasta Gràcia y comprobaron que estaba bien. Luego entraron él y otro espeleólogo que salieron con la víctima cuando "ya la burbuja empezaba a ser irrespirable".

El guardia civil ha calificado de fundamental la actuación de los buceadores del Grup Nord en el rescate. "Ha sido un trabajo conjunto de todos", ha insistido.

El portavoz de la Guardia Civil, el cabo Francisco Molina, ha destacado también el trabajo conjunto de los organismos implicados durante los tres días que se prolongó la operación de rescate, y de las federaciones balear y catalana de Espeleología y el Grup Nord de Mallorca, algo en lo que también ha insistido el director general de Emergencias, Pere Perelló.

Perelló ha anunciado que se estudiará el suceso en detalle para aprender de los "posibles errores" y evitarlos en el futuro y que se organizará una jornada técnica dentro de un mes para analizarlo.

El jefe del Servicio de Emergencias y responsable del dispositivo, Joan Pol, ha destacado la dificultad de que no exista un protocolo estandarizado para este tipo de incidentes que requieren de la elaboración de uno específico, a lo que se unió que quien más conocía la cavidad era la víctima.

Según Pol, lo más difícil fue parar el domingo por la tarde la búsqueda que hacían los compañeros del espeleólogo porque no había visibilidad. "Fue la decisión más importante y más concienzudamente tomada porque a partir de ese momento empezó el minuto cero para poder salvar a Xisco", ha dicho Pol.

El director general de Emergencias ha agradecido también la implicación de varias agrupaciones de voluntarios de Protección Civil y la logística aportada por el Ayuntamiento de Manacor.

"Ha ido bien, pero vamos a aprender para otra vez", ha insistido Perelló. "Somos una islas que reciben turismo, tenemos que estar preparados para afrontar cualquier riesgo de emergencias", ha agregado.