El contingente balear sigue trabajando en Sedaví a destajo, “hasta que no se acaben las labores encomendadas, seguiremos trabajando allí”, según los efectivos desplegados. Son 66 profesionales voluntarios solo de Emergencias, Bomberos e Ibanat, pero son muchos más sumados a policías y guardias civiles.
"Nosotros vamos trabajando puerta a puerta, cochera a cochera, sobre todo en achique de agua, desescombros de muebles y residuos, ésta es una de nuestras tareas", relata en Onda Cero uno de los profesionales del contingente balear, el gerente del Ibanat, Tomeu Llabrés. "También estamos vadeando colegios públicos y calles, y retirando coches porque hay una cantidad ingente", explica las labores del grupo de efectivos isleños desplazado a la zona cero de Valencia desde el domingo, 3 de noviembre.
"La maquinaria pesada carga estos coches en camiones y luego los descarga en zonas de acopio, son montañas y montañas de coches apilados en estas zonas, es impresionante", cuenta Llabrés, que admite poder descasar unas horas durante la noche en un hotel de Gandía "donde al menos pueden relajarse y secarse y estar al 100% al día siguiente".
De hecho, este jueves el contingente balear que salió de Palma el domingo será reemplazado por más efectivos, con lo que Baleares aportará decenas de voluntarios más que se centrarán principalmente en las labores de limpieza y apoyo. "Todos trabajamos con equipos de protección individual por el peligro de brotes, con higiene totalmente pulcra a la hora de llevarnos las manos a la boca o a la hora de comer", en palabras de este efectivo que admite que las condiciones de seguridad y salubridad están muy mermadas.
La buena noticia es que los isleños al menos no han tenido que toparse con víctimas mortales hasta el momento. "Nosotros no hemos encontrado ningún cadáver, comprobar que no hay cadáveres en los coches es gratificante porque esto significa una víctima menos", admite el gerente del Ibanat.
En cuanto a las muestras de apoyo y cariño por parte de los residentes afectados en los pueblos devastados de la DANA de hace una semana, cuenta Llabrés que "ayer cuando estábamos trabajando, una madre bajó con su hija para regalarnos dibujos y cuando nos estábamos retirando la gente se puso a cantar el himno de Valencia, esto fue muy emocionante"
Preguntado por su experiencia en crisis semejantes, el portavoz del contingente balear con más de 25 años de experiencia sobre el terreno admite que "ésta es la mayor catástrofe" que se ha encontrado y que "cualquier trabajo a esta escala te sirve sobre todo para una mejor coordinación entre organismos". "Yo llevo 25 años en esta profesión, nunca había vista semejante catástrofe".
Buscando algo de esperanza, muchos de los profesionales piensan que "en la próxima se podrá trabajar con más efectividad", si se dan más lluvias torrenciales e inundaciones, cuenta el que hoy ejerce de portavoz del contingente balear.