Iberia Express ha cancelado de forma preventiva ocho vuelos y tiene previsto operar el 92,5% de los vuelos programados este domingo, el primer día de la huelga de los tripulantes de cabina de la aerolínea convocada por USO, según ha informado la compañía aérea en un comunicado.
En el primer día de huelga, Iberia Express tiene previsto operar 99 vuelos que espera "se desarrollen con absoluta normalidad". Todos ellos están protegidos por el reglamento de servicios mínimos.
Estos vuelos suponen el 92,5% de los vuelos programados para esta jornada, ya que la aerolínea ha cancelado con antelación y de forma preventiva cuatro vuelos de ida y vuelta (uno a Gran Canaria, uno a Mallorca, uno a Santiago y un a Sevilla). Se trata de vuelos no protegidos por el reglamento de servicios mínimos.
Iberia Express afirma que el 84% de los 1.111 clientes afectados por estas cancelaciones ya ha sido reubicado, bien en otros vuelos de Iberia Express, Iberia o en otras compañías o medios de transporte alternativos; y el 16% restante ha solicitado bono o reembolso, o está pendiente de elegir la opción que más le convenga, ya sea alternativa de transporte, reembolso, bono o cambio de fecha o ruta.
Toda la información está disponible en la web de Iberia Express donde se puede consultar el estado de cada vuelo en el buscador. Los vuelos reflejados en esta página son todos los vuelos no protegidos por el reglamento de servicios mínimos, si bien esto no significa que vayan a cancelarse.
Iberia Express ha concluido su comunicado con un "nuevo llamamiento a la responsabilidad" de USO para que "desconvoque los paros y apueste por el diálogo", en lugar de "la confrontación social, que tanto daño hace a los trabajadores de Iberia Express, a sus clientes y al futuro de la compañía".
USO ha convocado a los tripulantes de cabina de Iberia Express a diez jornadas de huelga, que comenzarán este domingo, 28 de agosto, y se extenderán hasta el 6 de septiembre, con el objetivo de desbloquear la negociación del convenio colectivo y adecuar sus salarios a la subida del coste de la vida, ya que los sueldos llevan congelados desde 2015.