El diplomático y exdirector del CNI Jorge Dezcallar ha presentado recientemente su sexta y última publicación de momento que versa sobre el conflicto bélico en Ucrania. Se llama "El fin de una era. Ucrania: la guerra que lo acelera todo" y que reflexiona sobre un tema de máxima actualidad.
Precisamente, la tesis de este nuevo libro es que las guerras aceleran el curso de la historia y la de Ucrania, por lo que Dezcallar habla sin pelos en la lengua sobre la posibilidad de una tercera guerra mundial y el uso de armas nucleares, porque "en este caso la película sí va de buenos y de malos", afirma el autor.
En una entrevista concedida al programa Más de uno Mallorca de Onda Cero, el diplomático mallorquín convertido en escritor asegura que el riesgo de entrar en una tercera guerra mundial "existe" y que, además, "la guerra estos días se está expandiendo". Por ello, Dezcallar defiende la advertencia de la ministra de Defensa, Margarita Robles. "Hay que tomarse la defensa en serio y gastar en defensa, porque se ha convertido en una prioridad".
Preguntado por la posibilidad del uso de armamento nuclear, Dezcallar apunta que los rusos lo harían "si les va muy mal" en la invasión de Ucrania con "una Rusia humillada que no pueden aceptar". "Nuestro nivel de vida en Europa está en riesgo", explica el entrevistado aún consciente de que no hay que crear alarmismo, pero tampoco esconder la cabeza.
En palabras del ex director del CNI y diplomático, "la guerra en Ucrania va mucho más allá de una disputa fronteriza por asegurar unos territorios estratégicos y responde a fuerzas muy profundas de cambio en la geopolítica que ha regido el mundo desde el final de la Segunda Guerra Mundial".
Dice Dezcallar en la entrevista concedida a Elka Dimitrova que un "elemento esencial" para Europa en los próximos meses es la cita electoral en Estados Unidos que puede cambiar el rumbo de la defensa y protección de la Unión Europea ante Putin que"sigue siendo muy popular en Rusia", en sus palabras.
Jorge Dezcallar es diplomático de carrera, fue director general durante doce años en el Ministerio de Asuntos Exteriores, embajador en Marruecos, la Santa Sede y los Estados Unidos de América, y primer director civil del Centro Nacional de Inteligencia.