El jurado popular ha considerado no culpable de un delito de homicidio a Pau Rigo, el anciano que en febrero de 2018 mató a uno de los dos ladrones que entraron a robar a su domicilio de la localidad mallorquina de Porreres.
De este modo, por unanimidad, el jurado ha secundado la tesis del abogado de la defensa de Rigo, el letrado Eduardo Valdivia, quien defendía que el anciano --entonces de 77 años-- actuó en legítima defensa y que disparó tratando de defender su vida y la de su exmujer.
En virtud de este veredicto, la magistrada presidenta del tribunal ha adelantado de forma oral que la sentencia será absolutoria para el jubilado. Al escuchar estas palabras, el anciano ha llorado de emoción, lo que ha obligado a parar momentáneamente la sesión.
La Audiencia Provincial de Palma ha acogido la tarde de este jueves la lectura del veredicto elaborado por los nueve miembros del jurado, que se reunieron la mañana del miércoles y han tardado poco más de 24 horas en llegar a un consenso.
El jurado, que ha probado todos los puntos que se le han planteado por unanimidad a excepción de uno, ha considerado que el hombre disparó al asaltante sin la intención de acabar con su vida y sí con la de preservar la suya y la de su exmujer, quien se encontraba con él en el momento de los hechos.
También que el disparo se produjo "a bulto", tal y como aseguró el anciano durante su declaración, y que lo hizo encontrándose en estado de shock, como declaró uno de los forenses que testificó en la vista oral, y con la "experiencia traumática" de un robo violento que sufrió semanas antes en su domicilio.
Además, han ahondado los miembros del jurado, disparó su escopeta, que tenía cargada con dos cartuchos y escondida tras la puerta de su dormitorio, después de haber esquivado el golpe con una pata de cabra que el fallecido intentó propinarle. Según los forenses, esa agresión, de impactarle en la cabeza, podría haberle causado la muerte.
Es por ello que los nueve miembros del tribunal popular han determinado que Rigo empleó los medios de defensa que tenía a su alcance de forma proporcional y adecuada para preservar su vida y la de su exesposa.
Asimismo, todos ellos han estado de acuerdo en que los dos asaltantes, hermanos gemelos, pensaban que en la vivienda había 200.000 euros, y no los 15.000 que finalmente robaron, por lo que rebuscaron en la casa y se emplearon con violencia con los dos moradores con el fin de encontrar la totalidad del dinero.
LOS LADRONES, CULPABLES
Por otra parte, también por unanimidad, los miembros del jurado han considerado culpables a los dos vecinos de Campos acusados de planificar el robo y al asaltante que conservó su vida, quien además también ha sido culpado de un delito de lesiones.
Así, han dictaminado que los dos planificadores --como ya confesaron durante el juicio-- propusieron el robo a los dos hermanos, quienes aceptaron, y que para cometerlo les facilitaron sendos pasamontañas, pares de guantes y patas de cabra. No obstante, los ladrones rehusaron llevar las pistolas simuladas y las bridas que les ofrecieron.
El único punto que el jurado ha declarado no probado por unanimidad es que los asaltantes, como se deslizó en el juicio, fueran expertos en artes marciales.
LOS HECHOS
De cualquier modo, la mañana del 24 de febrero de 2018 los planificadores acompañaron a los asaltantes hasta el domicilio de Rigo y les prometieron que tras el robo les recogerían allí mismo.
Según el jurado, una vez dentro de la finca los asaltantes esperaron a que Rigo saliera de la casa, momento en el que le abordaron por la espalda, le taparon la boca para que no gritara y, retorciéndole un brazo, le metieron de vuelta en el inmueble.
Allí le instaron a que les abriera la caja fuerte que estaba ubicada en el sótano, cosa que el anciano hizo. También empujaron a la mujer al interior de su dormitorio, donde uno de los ladrones la estuvo custodiando un tiempo.
Una vez saquearon todo el dinero a su alcance, y ante la creencia de que había un total de 200.000 euros escondidos en el domicilio, comenzaron a rebuscar y sometieron a los ancianos a "violencia física y verbal".
En un momento dado, cuando uno bajaba de la planta superior y otro subía del sótano, se encontraron a Rigo esgrimiendo su escopeta. El anciano, de acuerdo con el veredicto, les dijo que se marcharan, a lo que ellos respondieron dirigiéndose hacia él. El asaltante que acabó perdiendo la vida, han detallado, llevaba el brazo alzado y portaba una pata de cabra con la que intentó agredir al hombre.
Tras el disparo, el superviviente agredió al anciano para tratar de arrebatarle la escopeta y, una vez lo consiguió, huyó del lugar dejando a su hermano, aún con vida, en el exterior del domicilio.
PENAS DE ENTRE TRES Y SEIS AÑOS
Para los dos planificadores el jurado ha tenido en cuenta la reparación del daño, por haber consignado parte del dinero robado y haberse comprometido a entregar el resto.
Teniendo eso en cuenta, la Fiscalía, que era la única que les acusaba, ha interesado que sean condenados a tres años de prisión, pena que sus letrados defensores han aceptado.
Al asaltante se le aplican, de acuerdo con el veredicto, las atenuantes de dilaciones indebidas y de confesión, pero también la agravante de disfraz. Así, la fiscal ha solicitado que sea condenado a seis años de prisión, cuatro y medio por el robo y uno y medio por las lesiones que le provocó a Rigo.
Ahora será la magistrada presidenta del tribunal la que deberá redactar una sentencia acorde al veredicto y dictaminar las penas a las que serán condenados los acusados.