La península de Formentor, en el municipio de Pollença, es conocida entre los excursionistas de la isla como los “alpes mallorquines”, no tanto por la altura de sus montañas, que no superan los 500 metros, como por la espectacularidad de las formaciones rocosas y calas que conforman el extremo norte de la Serra de Tramuntana. Se trata de una península estrecha que se alarga unos 12 km, recorrida por una carretera que lleva hasta el faro de Formentor. Siguiendo la carretera se pasa por dos puntos desde donde se obtienen las mejores vistas: el mirador de la Creueta, con el islote del Colomer al fondo, y la Talaia d’Albercuix, torre de defensa situada casi 400 m por encima del nivel del mar, que formaba parte del sistema de defensa de la isla de los ataques corsarios.
Miquel Costa y Llobera nació en Pollença en 1854 en una familia de ricos terratenientes propietarios de la possessió, la alquería, de Formentor. "La huella de Costa y Llobera en Formentor ha sido enorme, ha ido más allá de la propia isla de Mallorca. Es el poeta en lengua catalana de los más importantes. lo Pi de Formentor es su obra más conocida podemos decir incluso que Formentor se universaliza gracias a ella, nos lo cuenta este martes en Onda Cero el doctor en historia y profesor de la UIB, Pere Salas Vives.
Adan Diehl también está directamente vinculado con Formentor: "El argentino Adan Diehl en la década de 1920 acabó comprando el cabo entero e ideando junto a su mujer, María Elena Popolicio, la construcción del Hotel Formentor.