Las nuevas regulaciones anunciadas el viernes por las instituciones de Baleares para evitar la saturación turística siguen dando de qué hablar. El Decreto de Turismo Responsable y la limitación de plazas turísticas en Mallorca han sido los protagonistas del programa 'Gente Viajera' con Carles Lamelo, que se ha emitido este fin de semana desde el Castillo de Son Mas, la sede del Ayuntamiento de Andratx, y el Hotel Zel Mallorca, en Palmanova (Calvià).
Un "cambio de relato" que cuenta con la realidad social del crecimiento turístico, y con el que el Consell de Mallorca pretende "evitar la sensación de saturación" que se vive en algunos puntos y en determinadas épocas del año, según ha defendido en Onda Cero el conseller insular de Turismo, Marcial Rodríguez. Además, ha defendido que congelar en 412.000 el número de plazas es solo "el primer paso para apostar por un crecimiento en valor tras ocho años de subidas".
"El principal reto es la convivencia entre turistas y residentes"
Las instituciones de Baleares insisten en que "el principal reto es la convivencia entre turistas y residentes". Tras la aprobación del Decreto de Turismo Responsable, el conseller de Turismo, Cultura y Deportes del Govern, Jaume Bauzà, ha explicado en esta radio que la nueva mesa de diálogo con agentes económicos y sociales "contará también con sindicatos y patronales" y "decidirá la hoja de ruta del sector".
Poner el foco en la productividad de la oferta turística
Por su parte, Juan Antonio Amengual, el alcalde de Calvià -una de las zonas afectadas por el nuevo decreto del Govern- ha defendido la transformación paulatina del destino y ha asegurado que el año pasado se cerró la temporada sin ningún caso de 'balconing'. En este sentido, insiste en que "no hay que denostar al ocio nocturno" .
Mientras, la alcaldesa de Andratx, Estefanía Gonzalvo, ha puesto en valor la diversidad de la oferta del municipio, lo que permite "conseguir un turismo de calidad" alejado de la masificación que se vive en algunas zonas de Mallorca. El Govern balear, el Consell de Mallorca y los Ayuntamientos de Calvià y Andratx han puesto el foco en la productividad de la oferta turística de las islas para alcanzar un modelo más sostenible.
