El entrenador y exfutbolista Javier Olaizola, que este martes ha sustituido a Fernando Vázquez en el banquillo del Mallorca, ha afirmado que será muy exigente con la plantilla a partir de ahora con el objetivo de cumplir con las expectativas creadas.
"El jugador que no sude sangre y se deje la vida en los entrenamientos y en los partidos, no estará en el vestuario", ha declarado Olaizola en su presentación oficial como nuevo máximo responsable técnico del club junto al también exfutbolista Julián Robles.
Olaizola, que ya dirigió a los mallorquinistas en los tres últimos partidos de la temporada 2013-2014 y le salvó del descenso a Segunda B, afronta la segunda etapa en el Mallorca "con toda la ilusión y ganas del mundo", ha subrayado.
"No es agradable ocupar un puesto de un compañero, pero sabemos cómo es el mundo del fútbol si los resultados no llegan. Por eso, mi respeto, cariño, afecto hacia Fernando Vázquez, al que tuve de entrenador cuando yo jugaba aquí. Es una gran personas que no ha tenido fortuna y ya se sabe lo que ocurre cuando las cosas no salen. Desde aquí le mando un abrazo", ha señalado Olaizola.
Preguntado por si su objetivo es ascender al Mallorca a Primera respondió: "Mi objetivo es ganar el próximo partido al Almería, nada más. Soy admirador del Cholo Simeone en eso de ir partido a partido, algo que también repetía Luis Aragonés, haciendo hincapié en que había que llegar bien a las últimas diez jornadas".
Con respecto a si ya tenía trazado un plan de acción para devolver la confianza a la plantilla Olaizola dijo que "cambiando cuatro conceptos el equipo tiene que ser otro".
"Tenemos herramientas para darle soluciones al equipo, le vamos a ayudar para estar cerca de ganar, es un tema de actitud", ha indicado.
El consejero delegado, Maheta Molango, y el director deportivo, Javi Recio, que presentaron a Olaizola, expresaron "todo su apoyo" al nuevo inquilino del banquillo mallorquinista.
"Era importante no dilatar más la situación. Lamentablemente, las cosas no han ido como a Fernando (Vázquez) le hubiese gustado, pero había que tomar decisiones porque el equipo no rendía al nivel que todos queríamos", ha señalado Molango.
Vázquez había asumido la dirección técnica del Mallorca hace casi once meses, el 19 de enero de este año, para sustituir a Pepe Gálvez.
Con él en el banquillo el Mallorca estuvo a punto de descender a Segunda B la temporada pasada, y solo se salvó en la última jornada ganando 1-3 en el campo del Valladolid.
Deja al equipo empatado a puntos (19) con el Mirandés, que marca el descenso, con cuatro triunfos, siete empates y seis derrotas en diecisiete jornadas.
La gota que colmó el vaso de la paciencia de la directiva encabezada por el presidente Monti Galmés, y el consejero delegado, Maheta Molango, fue la última derrota en el Iberostar Estadi ante el Real Valladolid (0-3).
Los aficionados despidieron al equipo con pitos, pañuelos y gritos de 'Vázquez vete ya", tras consumarse la segunda derrota en casa de la temporada.
El entrenador gallego rehusó pronunciarse sobre si iba a dimitir o si esperaba que lo destituyeran en la rueda de prensa posterior a la derrota en casa.
Alegó que estaba "tranquilo" y rechazó que el equipo fuese un "juguete roto".
"Aunque parece que todo se derrumba, el equipo no está derrotado", afirmó.