Palma ha gritado "basta ya" y "I can't breath" en memoria de George Floyd, el hombre muerto a manos de la policía en Mineápolis (Estados Unidos) el pasado 25 de mayo.
Según ha expresado el cocoordinador de Comunidad Negra Africana y Afrodescendiente de España (CNAE), Guillem Balboa, la manifestación de este domingo ha sido "una forma de denunciar un abuso policial más en Estados Unidos y unirlo a una situación que creemos estructural", en referencia a que "las poblaciones y pueblos negros padecen racismo en el conjunto del mundo, también en Mallorca, en España y en Europa. El norte del mundo está construido sobre la base de un sistema que provoca exclusión social".
Por su parte, la coordinadora de la CNAE, Kine Diagne, ha señalado que "esta Comunidad cada vez está más cansada. Ya no puede más, están matando a las personas simplemente por su color de piel". "No podemos estar en nuestra casa encerrados sin salir, sin luchar. Estamos aquí para, una vez más, decir que las vidas negras también importan", ha añadido.
La manifestación, que ha tenido lugar en la plaza del Mercat del Olivar, en Palma, ha congregado a entre 600 y 800 personas, según la cifra provisional de la Policía Nacional, facilitada por Delegación de Gobierno en Baleares.
Todos los allí congregados han tenido la oportunidad de escuchar en primera persona diversos testimonios de personas que representan asociaciones de países como Marruecos, Nigeria, Senegal o Kenia.
De este modo, por ejemplo, se ha podido oír como la representante de la asociación de Kenia, Josephine Nduku, reivindicaba que "la vida de las personas negras también importa mucho", o al presidente de la asociación de Nigeria, Olayiwola Bukky, gritar las palabras de Floyd "I can't breath", coreado al unísono por los asistentes.
También Balboa se ha dirigido a los asistentes y ha destacado el hecho de que "las personas negras y racializadas son mucho más que la herida que les han infringido, más que los colores por los que se les ha estigmatizado".
"El acto de esta jornada es sobretodo es un acto de dignidad porque la nuestra es una historia de resistencia y de resiliencia frente a un sistema que se ha construido sobre la base de nuestra exclusión", ha añadido.
Diagne, por su parte, ha señalado, "haremos todo lo posible para ser la última generación que tenga que salir a la calle, seguiremos resistiendo e insitiendo en lo que es nuestro. Seguiremos aquí para que un Estado que nos tiene que nos tiene que proteger lo haga de una vez por todas. Seguiremos contando nuestras por nuestros abuelos y nuestros padres pero también por nuestros hijos y nietos. Nuestras historias negras importan, nuestras vidas negras importan".
Tras las diferentes intervenciones, se ha leído un manifiesto, al cual, según los organizadores, se han adherido más de 18 ciudades del conjunto del territorio nacional y más de 600 partidos, sindicatos y colectivos en apenas unas horas.