El pleno del Parlament ha aprobado este martes el Proyecto de Ley de circularidad y sostenibilidad turística de Baleares, tres meses después de la aprobación y entrada en vigor vía decreto, el cual incluye medidas como la congelación de plazas turísticas durante los próximos cuatro años.
Antes del debate del proyecto, que ha estado marcado por las críticas de la oposición a la moratoria de plazas, la Cámara ha rechazado la propuesta del Grupo Popular que solicitaba un dictamen al Consell Consultiu en relación con esta normativa.
También ha destacado la ausencia del vicepresidente y conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes, quien ha decidido no acudir a la votación de la nueva ley como "gesto", al considerar que la transición energética debería haber tenido un mayor peso en esta normativa.
El debate de la iniciativa ha durado más de cuatro horas y ha incluido un receso de dos minutos, a solicitud de diversos grupos, para aclarar la votación de distintos puntos de la ley. La norma ha salido adelante con los votos del Pacte y el apoyo parcial de otros grupos parlamentarios, como El PI, Cs o Més per Menorca.
UNA LEY "REFERENTE"
El conseller de Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, ha comenzado la defensa del proyecto de ley resaltando "la labor ingente" que se ha realizado con la normativa, que es el "marco turístico y social" para los próximos años y que incluye "perspectivas más allá de las meramente turísticas".
A su juicio, se trata de "una ley ya referente y un modelo a seguir" y que mira por residentes, trabajadores, turistas y aquellos que viven directa o indirectamente del sector. "No está todo lo que cada uno querríamos incorporar al 100%, pero todo lo que está tiene un sentido", ha asegurado, añadiendo que gracias a esta ley se llevará a cabo una modernización del turismo que "permitirá fortalecer la cadena de valor y el conjunto de la economía".
DERECHOS LABORALES Y SOSTENIBILIDAD
El principal objetivo de la normativa, según el conseller, es conseguir "un cambio de paradigma para ir hacia la calidad" del sector. "No podemos seguir creciendo en oferta y, por ello, se congelan las plazas no comercializadas en los próximos cuatro años. Tenemos 624.000 plazas, una por cada dos personas que residen en las Islas", ha explicado, a la vez que ha añadido que es "el momento de apostar todo a la calidad y a mejorar, no a crecer más". Cuando se levante la moratoria, el intercambio de plazas se reduce mediante un sistema de "dos por uno".
Respecto a los derechos laborales, ha detallado que la normativa incorpora "de una vez por todas" a los trabajadores en la ley turística. En este punto, ha agradecido el trabajo de CCOO y UGT y de las camareras de piso.
Cabe recordar que este proyecto incluye obligaciones como las camas elevables para evitar las enfermedades que derivan del trabajo de las kellys. De acuerdo con Negueruela, hay unas 300.000 camas en todo el archipiélago, por lo que este punto representa "un reto como sociedad".
Finalmente, la sostenibilidad y la circularidad son otros de los principales ejes del texto, según ha indicado el conseller. Algunas de las medidas en este sentido son la obligatoriedad de cambiar las calderas fuel-oil por otras de gas natural o eléctricas, potenciar el consumo del producto local en los establecimientos o la necesidad de contar con un plan de circularidad.
INCORPORACIÓN DE ENMIENDAS
Durante la tramitación se han incorporado enmiendas de diferentes grupos, diversas pactadas entre los tres grupos que forman parte del Govern, 16 de El PI, diez de Ciudadanos, 12 de GxF-PSIB-EU y una de Més per Menorca. Entre estas enmiendas incorporadas, destaca una de El PI para que establecimientos hoteleros puedan convertirse en viviendas destinando un porcentaje a VPO o una de Cs con la que se incluyen cláusulas de salvaguarda y exoneraciones de las obligaciones de eficiencia energética.
En su intervención ante el pleno, el portavoz parlamentario de El PI, Josep Melià, ha valorado "lo positivo" que ha tenido la tramitación, pero ha considerado que se debería haber hecho "como toca" y no a través de un decreto. Entre otras cuestiones, Melià ha pedido que se defina "con más exactitud" qué son las imposibilidades de sustitución de las calderas para que no se genere "inseguridad jurídica".
Asimismo, ha expresado su satisfacción por el acuerdo relativo al cambio de uso, con el que se consigue una fórmula para eliminar del mercado los establecimientos obsoletos y darles un uso social, administrativo o de innovación.
Desde el Grupo Mixto, el diputado de Més per Menorca Josep Castells ha lamentado que de las 29 enmiendas presentadas por su formación, sólo se haya incorporado una, y ha asegurado que se queda con "un regusto de oportunidad perdida porque se debería de haber ido más allá". Como aspectos negativos, ha mencionado que hay "una vulneración de las competencias de los consells insulares en materia de ordenación turística".
Por su parte, el diputado de GxF-PSIB-EU, Antonio Jesús Sanz, ha remarcado que "la moratoria no afecta a las competencias de los consells, porque tendrán la oportunidad de decidir qué hacen con estas plazas" dentro de cuatro años. "Da la oportunidad de parar y ver lo que se quiere hacer", ha dicho.
Por parte de MÉS per Mallorca, el diputado Joan Mas 'Collet' ha insistido en que para mejorar la calidad del turismo y bajar el nivel de presión sobre el territorio, "la única herramienta es la moratoria". "La situación de colapso no es ninguna apreciación subjetiva, basta con dar una vuelta por cualquier sitio para ver que la capacidad de carga está desbordada", ha añadido.
Además, ha lamentado que en el texto no se haya incorporado la regulación del 'todo incluido' o que se cuente como plaza turística a partir de los 12 años.
La portavoz parlamentaria de Cs, Patricia Guasp, ha indicado que están "medianamente satisfechos" con la tramitación del proyecto, aunque están "completamente en contra de la moratoria". "El Govern se pasó de frenada incluyendo una moratoria en una normativa donde los objetivos eran la sostenibilidad y la circularidad", ha lamentado.
En cuanto a Unidas Podemos, la diputada Antònia Martín ha destacado que "es una ley pionera en España" y ha criticado que el PP "se ha quedado con la ultraderecha" en la tramitación. Además, ha recordado que algunas enmiendas "siguen vivas", concretamente las relativas a transición energética. "El tiempo nos dará la razón", ha declarado en referencia a estas enmiendas.
Desde el Grupo Socialista, el diputado Damià Borràs ha centrado gran parte de su intervención en criticar la postura de los 'populares'. "Están ustedes solos y a la vez muy mal acompañados", ha dicho en referencia a Vox.
CRÍTICAS DE PP Y VOX
El portavoz parlamentario de Vox-Actúa Baleares, Jorge Campos, ha criticado que el Govern "haya tomado como excusa la llamada circularidad para conseguir su objetivo real que es decrecer y limitar". En este sentido, ha avanzado que su voto en contra: "Nuestro posicionamiento siempre ha sido el mismo, por eso presentamos enmiendas de supresión. Aquí no valen pasteleos ni intentos de blanquear esta ley, que no tiene salvación alguna".
Desde el Grupo Popular, la diputada Salomé Cabrera ha considerado que "los principales puntos y esencia de la ley son la moratoria y el decrecimiento turístico". "Nos vendían camas elevables, mientras nos querían colar la moratoria", ha censurado.
Según Cabrera, "el PP está de acuerdo en la necesidad de seguir modernizando el sector y de trabajar para que se sigan mejorando las condiciones laborales", pero "no puede apoyar ninguna una moratoria ni un decrecimiento".