El 80 % de los 300 barcos de pesca profesional de Baleares han amanecido amarrados este lunes en respuesta a la convocatoria de paro de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores para reclamar ayudas que compensen el incremento del precio del combustible. El presidente de la Federación Balear de Cofradías de Pescadores, Domingo Bonín, cuenta a Onda Cero por qué los pescadores finalmente paran su actividad.
El sector pesquero balear, que da trabajo a unas 600 personas, espera de la reunión del miércoles con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ayudas estatales concretas para el sector, cuando nuestro entorno europeo ya ha tomado las suyas propias. Enumera algunas de las ayudas directas aprobadas por Francia, Italia o Portugal el presidente de la federación balear, Domingo Bonín, quien recuerda la necesidad de rebajar el precio del gasóleo o subvencionar directamente cada litro de combustible.
Insisten los pescadores en que la solución está en manos del ejecutivo central, aunque el Govern balear también podría adoptar alguna medida significativa como la bonificación de las tasas de los puertos de su competencia, según nos cuentan.
Estos días faltará pescado fresco y marisco locales, ya que los paros, según el sector, serán secundados por el grueso de las embarcaciones.