La decisión del Ajuntament de Palma de destinar el antiguo local del Equipo de Primera Atención de los Servicios Sociales (EPASS) del Parc de Ses Estacions a una nueva comisaría de Policia Local ha generado una profunda crisis en el tejido social de la ciudad. Trabajadores sociales, usuarios de los servicios y colectivos vecinales han alzado la voz para denunciar la precarización de la atención a los más vulnerables y la falta de sensibilidad del consistorio.
El EPASS, un servicio esencial que atendía anualmente a más de 4.000 personas y familias en situación de vulnerabilidad, se encontraba ubicado en un lugar céntrico y accesible para todos los ciudadanos junto a la Plaça d'Espanya. Sin embargo, el pasado mes de junio, los trabajadores fueron informados de que debían desalojar el local para acometer unas reformas que, según se les aseguró, mejorarían las instalaciones.
La sorpresa llegó semanas después, cuando se conoció que el edificio sería destinado a la nueva comisaría. Esta decisión ha generado un profundo malestar entre los trabajadores sociales, que denuncian una falta de planificación y una clara desatención a las necesidades de la población más vulnerable.
Los empleados del EPASS reclaman un espacio digno y adecuado para ofrecer sus servicios, que sea visible, accesible y permita atender de manera eficiente a las personas en situación de vulnerabilidad.