Un año y medio ha pasado desde que se inauguró la planta verde de Lloseta en presencia de distintas autoridades gubernamentales y es el tiempo que lleva sin funcionar la antigua fábrica de cemento. Al acto incluso asistió la ministra de Transición Energética, hoy en funciones, Teresa Ribera, y la entonces titular de Industria, María Reyes Maroto.
Esta semana el portavoz parlamentario del PP balear, Sebastia Sagreras, habló del "ecopufo" de Francina Armengol y de una estrategia "electoralista" del Gobierno y del Govern del Pacte. Sin embargo, hoy el conseller de Empresa, Ocupación y Energía, Alejandro Sáenz de San Pedro, ha explicado en una entrevista concedida al programa Más de uno Mallorca de Onda Cero que él prefiere buscar "ecosoluciones".
El Govern del PP no se plantea "otra opción" que el hidrógeno verde, pero en estos momentos la planta es inviable. Sáenz de San Pedro, por tanto, ha encargado sendos informes sobre el contrato firmado con la empresa norteamericana encargada de desarrollar y poner en marcha la tecnología y las posibles responsabilidades legales que se pueden derivar. "No quiero precipitarme y quiero ser prudente," admite el conseller.
Sin embargo, "nadie entiende" la inauguración de una planta que no funciona y que, además, debía proveer de hidrógeno verde a cinco autobuses comprados por el ayuntamiento de Palma que tampoco pueden circular en la actualidad.