El conseller de Territorio, Energía y Movilidad, Joan Boned, ha asegurado este martes que en el accidente en Verge de Lluc del pasado día 12 en el que falleció el conductor de un vehículo, el convoy con el que colisionó dicho automóvil iba a 53 kilómetros la hora, cuando debía ir en un "sistema de marcha a la vista" a través del cual debía circular a una velocidad más "moderada", que permitiera al maquinista "el control absoluto del tren" y "poder reaccionar de forma inmediata ante cualquier posible incidente".
Acompañado del director general de Transportes, Jaume Mateu, y el gerente de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), el conseller ha eludido decir si el accidente tuvo lugar a consecuencia de un error humano y ha dicho que la información de la que disponen "no nos permite afirmar con contundencia ninguna conclusión respecto a esto". En este sentido, ha añadido que no disponen de la declaración del maquinista y que será el juez el que determine las responsabilidades.
Según Boned, la colisión que se produjo "no es imputable directamente a un mal funcionamiento" de las barreras del paso a nivel. En este sentido, ha señalado que es cierto que éstas estaban levantadas pero ha explicado que el accidente que tuvo lugar no fue a raíz "del mal funcionamiento de la barrera, sino que viene provocada por la alteración en el itinerario previsto del tren".
EL TREN PARÓ EN SON RULLÁN
El conseller ha relatado que el convoy, pese a que no le correspondía hacer paradas, paró en Son Rullán durante cinco minutos para realizar una comprobación del sistema de agujas y que, una vez hecha, se dio orden al tren para continuar. Esta parada provocó que el tren "saliera del itinerario previsto".
De esta manera, al dar la orden al convoy para continuar se debía seguir en el denominado régimen de marcha a la vista "hasta que se vuelva a estar de forma automática integrada en el itinerario previsto" y "para tener el control del tren a lo largo de este recorrido hasta llegar a la próxima señal".
No obstante, esto no se produjo "porque la propia caja negra determinaba que iba a 53km/h, muy superior a lo que se entiende como marcha moderada". En cuanto a los motivos por los cuales iba a esa velocidad, el conseller ha dicho que "será una respuesta que se tendrá que tener a partir de las conclusiones de la instrucción judicial".
"Decidir sobre qué provoca esta situación sin conocer algunas informaciones técnicas que quedan y las declaraciones de todas las partes implicadas sería aventurar sin necesidad". "Se determinarán responsabilidades finales y definitivas por parte del juez, nuestro trabajo de averiguar los datos técnicos posibles está hecho" por lo que ha considerado que es el juez quien debe sacar las conclusiones y determinar las "responsabilidades definitivas". Además, ha incidido en que la "irregularidad" producida no se debió al sistema de barreras.
Boned no ha indicado a qué velocidad debería haber ido el convoy y ha reiterado que a la "suficientemente baja como para reaccionar inmediatamente ante cualquier" posible incidencia. En este sentido, ha señalado que a 53km/h no iba a esta velocidad adecuada porque "a partir del impacto y de accionar los frenos del tren aún se fue cerca de 100 metros más allá del punto de impacto".
El conseller, quien ha apuntado que el control de la velocidad depende del maquinista, ha explicado que SFM ha remitido la información de la caja negra y los informes técnicos sobre el incidente y el mantenimiento del paso a nivel a la Policía Nacional. Además, ha dado cuenta al comité de empresa de SFM y ha reiterado que están a disposición de la Policía y de los Juzgados "para cualquier aclaración o información que sea requerida".