El Observatorio Socioambiental de Menorca (Obsam) y la Agencia Menorca Reserva de Biosfera han presentado este lunes el informe '4 Islas' que compara la situación post-pandémica de Fuerteventura, Lanzarote, Ibiza y Menorca, siendo ésta última una de las menos afectadas por la caída del turismo, aunque lidera los descensos en cuanto a la estancia mediana y en el gasto por turista y día.
En este punto, desde el Obsam han explicado que la estacionalidad, que es la característica que diferencia las dos islas de Baleares respecto de Canarias, "puede haber jugado en este caso un papel determinante".
Por su parte, Lanzarote e Ibiza presentan los mayores desajustes relacionados con la población, la economía, la movilidad y los vectores ambientales. De hecho, Ibiza es la isla más afectada en las estadísticas estrictamente turísticas, mientras que Fuerteventura y Menorca presentan los cambios "menos pronunciados".
El documento representa una revisión del sistema de más de 70 indicadores conjuntos de sostenibilidad que permite comparar la evolución vivida por la pandemia en Lanzarote, Fuerteventura, Menorca e Ibiza en sus dimensiones social, económica y ambiental. Cuando irrumpió la pandemia, los mayores de desajustes los sufren las dos islas más pobladas, Ibiza y Lanzarote, con más camas turísticas y más afluencia de visitantes a lo largo del año.
La radiografía que muestra el informe indica que en momentos de crisis, Menorca es una de las islas más estables. De hecho, es la isla que menos se ha resentido en los indicadores económicos y en el consumo de recursos como medida de la actividad económica. Las dos islas menos pobladas, Menorca y Fuerteventura, presentan una variación interanual más suave respecto al resto de islas y los valores se mantienen, en general, más constantes.
