La operación se ha cerrado con la detención de 7 personas y ha permitido liberar a cuatro, dos de ellas menores de edad. La investigación se inició al tener conocimiento de la existencia de una organización criminal asentada en Mahón e integrada por personas de Guinea Ecuatorial, dedicada a la trata de mujeres y menores de edad para ser explotadas sexualmente.
Tras demostrar que la organización tenía conexión con militares del ejército de Guinea que facilitaban a las víctimas e incluso conseguían documentación falsa para hacerse pasar por hijas de las tres familias que están relacionadas.
Además, una de las víctimas fue obligada a prostituirse y tras negarse fue amenazada por la organización con ser devuelta a Guinea, lo que motivó a que intentara suicidarse. A las víctimas les exigían el pago de deudas de hasta 60.000 euros, que aumentaban una vez en destino porque la red les obligaba a pagar los costes de manutención, alojamiento, ropa, preservativos e incluso estableciendo un sistema de multas por mal comportamiento.