Refuerzan en Baleares los controles de la plaga que mata a frutales y olivos
La Guardia Civil aumentará en Baleares los controles para combatir la plaga de la bacteria "Xylella fastidiosa", que ya ha obligado a arrancar en Mallorca e Ibiza un centenar de frutales, olivos y arbustos y que en Italia destruyó cientos de miles de olivos.
El jueves entró en vigor el protocolo de contención de la bacteria, que pretende impedir la expansión de la plaga. Esta resolución ha supuesto la sustitución del protocolo de erradicación, aplicado cuando se detectaron los primeros casos, por el de contención, puesto que se considera que la eliminación de árboles y plantas que conlleva la erradicación es inviable con la extensión que ha alcanzado la plaga.
El protocolo de contención implica la prohibición de exportación de vegetales desde Baleares, salvo las semillas. La medida estará en vigor durante un año y será revisada al concluir este plazo. Además, se contempla la destrucción inmediata de todas las plantas infectadas por Xylella, pero no de todas las susceptibles de estarlo en cien metros a la redonda de cada ejemplar, como establecía el protocolo de erradicación.
El Govern balear, que cuenta con el respaldo del Ministerio de Agricultura para aplicar el protocolo de contención, confía en que la Unión Europea valide estas medidas, puesto que en otras regiones europeas afectadas por la misma plaga las ha aceptado en lugar de imponer la erradicación preventiva.
Aunque solo se han confirmado casos de plantas infectadas en Ibiza y Mallorca, la conselleria da por hecho "la dispersión de la plaga en todo el territorio de las Islas Baleares, ya que las autoridades fitosanitarias competentes de la isla de Menorca han constatado la existencia de acebuches alrededor de la isla con síntomas visuales similares a los de la afección por la bacteria y hay una probabilidad elevada de propagación de la plaga por los insectos entre la isla de Ibiza y Formentera".
El aumento de los controles por parte de la Guardia Civil es una de las pautas establecidas hoy durante la primera reunión técnica celebrada tras el encuentro que mantuvieron el pasado miércoles la delegada del Gobierno, María Salom, y el conseller de Agricultura, Vicenç Vidal. En ese encuentro la delegada del Gobierno ofreció al Govern la colaboración de la Guardia Civil en el control de la entrada y salida de plantas y árboles en puertos y aeropuertos.
En el otoño de 2013, la aparición de esta bacteria en la región italiana de Apulia obligó a talar cientos de miles de olivos, muchos de ellos centenarios, en una actuación preventiva radical que arrancaba el árbol afectado y obligada a sacrificar a todos los que le rodeaban en un radio de 100 metros a la redonda.
La bacteria, a la que se atribuye un gran poder destructivo, se instala en los conductos de la savia del árbol (xilema), lo debilita y finalmente produce la seca total del ejemplar. La bacteria utiliza a los insectos como vehículo "vector" en su propagación hacia otros árboles y vegetales, cerca de 300 especies susceptibles en total