Los científicos creen que la actividad del volcán que se comenzó hace más de cuarenta días podría estar acabando, así lo muestra la señal del tremor que desciende desde el mediodía de ayer martes y se ha mantenido en las últimas horas. Estos "signos positivos" apreciados por los científicos que monitorizan el volcán de La Palma podrían anticipar que el final de la erupción está más cerca.
Según ha destacado Carmen López, portavoz del comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), la vibración del volcán ha disminuido y también lo hacen, poco a poco, las emisiones de dióxido de azufre.
A pesar del balance positivo, en algunas zonas, la calidad del aire muestra niveles desfavorables en cuanto a los registros de dióxido de carbono, especialmente en Puntagorda, Fuencaliente y Los Llanos de Aridane, si bien en las últimas horas este parámetro es razonablemente bueno. Además la actividad sísmica registra algunos datos relevantes para los científicos que indica que se mantiene en las mismas zonas y profundidades.
Los valores favorables indican optimismo ante la evolución del volcán
Por su lado, la última medición de dióxido de azufre (SO2) en el penacho, en torno a las 9.600 toneladas diarias, confirma la "tendencia descendente" de los días pasados, con el paréntesis del valor obtenido el lunes, aunque la emisión de CO2 sigue en ascenso: 1.750 toneladas. Es por ello que la experta Carmen López recalca que pesar de la evolución de los datos del tremor y de emisiones SO2, los valores siguen siendo "muy altos", aunque "si seguimos en ese camino, iremos bien".
Gracias a estos fenómenos positivos se prevé que a partir de esta tarde la nube de ceniza gire hacia el sur, lo que plantea un escenario favorable para el restablecimiento de la operatividad en el aeropuerto de La Palma. A esto se añade la predicción meteorológica que apunta lluvias débiles y localmente moderadas en las zonas norte y este de la isla para mañana.
