'El alisio llega a tiempo'
✍ Por Román Pérez González
En el mito de Atlas el titán tiene que soportar el peso del mundo tras ser castigado por Zeus con todo lo que eso supone; pensaba en esto viendo cómo la UD resistía los ataques del Girona, en lo que ha costado llegar a esta racha y en cómo a veces te puedes ver envuelto en el devenir del día a día en una espiral que, como la salitre, va desgastando las capas de las cosas y de la piel, y va haciendo surcos en la paciencia, va comiendo terreno de manera indeleble, constante, como una nube negra que no cesa de mojar el pensamiento, la respiración.
El equipo vivía envuelto en una bruma constante, todos los jugadores parecían peores de lo que son, angustiados por su propios dramas; así acabó el año y así lo arrancó. La marea se llevó por delante a Carrión y la sensación era que el proyecto iba proa al marisco, pero en uno de esos giros que a veces nos depara el fútbol, en un pestañeo, en un universo de seis días, todo ha cambiado. Por supuesto que queda muchísimo y que se puede acabar mal, pero la UD hoy se ha ganado el derecho a seguir en la pelea, ha demostrado que está muy viva, que sigue siendo un proyecto interesante en el que se puede crecer.
Ayer volvió a sumar de tres por segundo partido seguido y sigue en descenso, pero pese a eso, ha demostrado a nosotros y a ellos mismos que la tormenta ya es historia. Ayer el equipo consiguió después de once partidos no encajar gol, tuvo suerte porque se anuló un tanto al Girona por una falta mínima a Álex Suárez, pero este hecho también demuestra que el alisio ha llegado a esta nuestra tierra, a este, nuestro equipo. Ya tocaba. La UD ha llegado a tiempo, de un zarpazo, ha demostrado querer seguir latiendo en la élite. No es poco. Es todo.