La Guardia Civil ha desarticulado en Las Palmas de Gran Canaria el mayor taller ilegal de armas de fuego en las islas, situado en el garaje de una vivienda aislada, donde se han intervenido 48 armas, 13 kilos de pólvora y hasta 1.306 cartuchos de munición de diferente calibre.
Las características del taller han sorprendido a los servicios especializados de la Guardia Civil, ya que en él se realizaban todo tipo de trabajos, desde fabricación de piezas hasta puesta en funcionamiento de armas inutilizadas, reacondicionamiento, modificaciones, cambios de calibre o silenciadores, todo ello de forma completamente fuera de la ley, indica la Benemérita.
En total han sido intervenidas 48 armas, de las que 35 eran largas y resto, cortas, 16 de ellas legales y el resto ilegales por su tipología o por estar inutilizadas y fuera del mercado
En la operación ha sido detenido un hombre de 64 años, exempleado de una armería, que era el presunto encargado de todos los trabajos. Ni él tenía licencia para ese oficio ni el establecimiento estaba dado de alta.
Como ha detallado en rueda de prensa el coronel Javier Peña de Haro, durante los registros se han incautado además unos 13 kilos de pólvora y 1.306 cartuchos de munición metálica de distinto calibre, entre las que se encontraron 7,62, 9 o 6,35 milímetros.
También, se intervinieron componentes esenciales de armas y tres silenciadores y se procedió al precinto de la maquinaria del taller.
Una investigación que arrancço hace meses
La investigación comenzó “hace meses”, cuando a raíz del control que realiza la Guardia Civil se detectó un aumento de modificaciones de armas de fuego sin sus correspondientes permisos, y que no se habían realizado en establecimientos autorizados, ha detallado el coronel Peña de Haro.
Durante la investigación, los agentes analizaron los datos relacionados con las armas inspeccionadas y, a través de personas con antecedentes o que tuvieran conocimiento de esta materia, lograron determinar la localización de una vivienda aislada en una zona rural de difícil acceso, que registraba un trasiego de personas con armas de fuego.
Los clientes del taller eran tanto personas con licencia de armas, como otros con historial delictivo.
Con la autorización de entrada y registro en la vivienda se confirmó que se trataba de un taller a doble altura, ubicado en el garaje de la vivienda, equipado y con maquinaria industrial, herramientas, tornos, taladros y enseres, no solo para realizar las labores de rehabilitación de armas, sino con la capacidad de volver a poner en funcionamiento armas ilegales para su posterior venta ilícita a terceros.
La Guardia Civil ha precisado que al detenido se le acusa de tenencia ilícita de armas, depósito de armas, depósito de municiones y depósito de explosivos, además de infracciones administrativas al carecer de la autorización para el ejercicio de la actividad de armero, y ejercer esa actividad en una vivienda que no estaba dada de alta como taller de reparación de armas, lo que se califica como una infracción muy grave.
Igualmente, “gran parte de las armas incautadas en el registro habían sido entregadas por particulares que irresponsablemente las depositaron para reparar en un taller ilegal”, por lo que estas también incurrieron en el precepto de la infracción grave, ha subrayado, lo que conllevará un expediente de revocación de licencia de armas, con lo que perderán sus licencias y no podrán hacer uso de ningún arma.
El coronel Peña de Haro ha destacado que el detenido realizaba trabajos con “técnicas complejas” y con “conocimientos para todo tipo de reparaciones”.
Ha puesto de relieve que con la desarticulación de este taller la ciudadanía puede “respirar más tranquila” en lo relativo al control de armas.
Entre las armas incautadas destaca un subfusil de la Guerra Civil española, un 'naranjero' que con las técnicas conocidas por el detenido podía haber sido puesto en funcionamiento de nuevo, entre armas cortas, cañones manipulados y otras armas y piezas esenciales.
Esta operación se enmarca dentro del Plan Integral para el Control de las Armas de Fuego (PICAF) de la Guardia Civil, en una intervención que ha sido desarrollada por el Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Las Palmas bajo la coordinación de la Jefatura de Información (UCE 3) con apoyo del Servicio Cinológico (perro detector de explosivos) y el Grupo de Detección de Explosivos GEDEX, ha detallado el comandante.