La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ha firmado el decreto de emergencia hídrica con un conjunto de actuaciones que se empezarán a desplegar de forma inmediata y a la que se han añadido varias de las 16 alegaciones presentadas al texto.
Dávila ha indicado que la declaración contempla una decena de obras vinculadas a desaladoras y depuradoras que van a permitir generar unos 27.000 metros cúbicos de agua diarios de forma adicional, un 10% más.
La presidenta confía en que estas obras, cuando estén terminadas, supongan un "alivio" para el sector primario que afronta un "verano muy seco", con una caída de las lluvias del 80% y unas balsas que no superan el 40% de su capacidad.
Ha destacado la "valentía y coraje" del equipo de gobierno por sacar adelante esta declaración ante la "larga sequía" que sufre la isla derivada del cambio climático, con un conjunto de 75 medidas que van a permitir, también, instar a los ayuntamientos a desplegar las medidas de emergencia.
Entre las alegaciones incorporadas al texto, Dávila ha detallado la ampliación de plazos, las pérdidas de agua, reactivación de galerías y bombeos, medidas de mayor eficiencia para el riego agrario o mejora de las conexiones y alcantarillados.
Asimismo ha apuntado que los ayuntamientos querían que este decreto de emergencia hídrica "sirviera de paraguas" para determinadas obras de emergencia que van a tener que abordar también en sus municipios.
La declaración incluye 15 medidas genéricas para toda la isla y otras 60 divididas por demarcaciones hidrográficas: Isla Baja, Ycoden, Valle de la Orotava, Acentejo, Noreste y Zona Metropolitana, Valle de Güímar, Abona, Vilaflor de Chasna y Oeste.
Entre otras cosas se requiere a todos los ayuntamientos adecuar el consumo hídrico a sus disponibilidades, diferenciar la tarifa para el uso turístico en red, incluidas las viviendas vacacionales o potenciar la reducción de pérdidas de agua.