Llega el momento del 'Protocolo del Quebranto', la última gran apuesta de Unahoramenos dentro del 'Laboratorio Galdós'. El reto, nada sencillo, era plasmar en un espectáculo teatral. Han sido varios meses de gestación en un proceso abierto que incluía un viaje a zona de guerra ucraniana, debates con expertos en conflictos bélicos y un texto en constante elaboración que podía cambiar por completo de un ensayo a otro.
La obra aborda, desde una perspectiva globalizadora, el drama y las consecuencias que comporta todo conflicto bélico, apoyándose en la invasión rusa de Ucrania como detonante del complejo proceso de creación que ha articulado este proyecto escénico.
‘Protocolo del quebranto’, que ya tiene fechas de gira cerradas en Madrid, Colombia y Uruguay, habla del nudo de los conflictos y las relaciones de poder que se establecen entre víctimas y verdugos.
De esta manera, la mencionada producción cuestiona audazmente la legitimidad de la guerra y coloca al espectador ante preguntas capitales: ¿Seremos capaces de superar esa loca pulsión de violencia que parece envenenar el cerebro humano? ¿Qué fuego de odio nos abrasa el espíritu?, ¿Cómo es posible que el enfrentamiento bélico haya tenido siempre semejante atractivo para la humanidad?
En declaraciones al programa Más de Uno Canarias, el director Mario Vega resume el aprendizaje que le ha dejado este proceso de mirar a los ojos a la pesadilla con una irrefutable conclusión: 'la guerra pudre todo lo que toca'.
Soy consciente de que nos ha quedado un espectáculo muy duro y desgarrador, pero es que no podíamos hacer otra cosa ante la terrible realidad que se nos puso por delante durante el proceso de investigación y creación
Tres personajes
El montaje ‘Protocolo del quebranto’ narra la peripecia de tres personajes: Crezk (Luifer Rodríguez), su compañera Nadia (Marta Viera) y el periodista Luján (Mingo Ruano). Entre ellos se establecerá una turbadora relación de intereses que deja entrever los oscuros y viscosos mecanismos de control y dependencia establecidos entre los mismos. La tragedia se masculla mientras se precipitan los acontecimientos en los confines exasperantes de Osel, un territorio ficticio entre fronteras de una zona en permanente guerra en el que se cruzan los traumas de sus tres protagonistas. El destino está por escribirse durante el transcurso de las escenas de este electrizante puzle dramático que se muestra como una reflexión incisiva y radical sobre la capacidad destructiva, manipuladora y de sufrimiento del ser humano.
La dimensión de un Laboratorio
El Laboratorio Galdós Internacional sigue manteniendo el espíritu experimental y los procesos de trabajo e investigación escénica alrededor de la dramaturgia contemporánea, como sucedió en la anterior edición, así como el papel de la participación ciudadana y la ampliación del uso ciudadano del espacio público.
Además de las mesas redondas celebradas con público en el mes pasado de marzo, han teniendo lugar nuevamente estos días los denominados ‘Ensayo y Error’ y el ‘Colaboratorio Galdós’, que permiten a la ciudadanía, participar en el proceso creativo opinando y planteando al director dudas tras asistir a los ensayos de la obra.
El proyecto de experimentación escénica Laboratorio Galdós opera desde el año 2018 y hasta la fecha ha generado dos ediciones del mismo. La primera fase se desarrolló entre los años 2018 y 2020, produciendo los montajes ‘Ana, a nosotros siempre nos llevará el olvido’ (2018), de la canaria Irma Correa, ‘El crimen de la calle Fuencarral’ (2019) del colombiano Fabio Rubiano y ‘El último viaje de Galdós’ (2020), de los españoles Laila Ripoll y Mariano Llorente. La segunda edición, ya con carácter internacional, dio comienzo en 2021 con la obra ‘Clara y el abismo’, del dramaturgo uruguayo Gabriel Calderón, a la que se añadió en 2022 ‘Patriotas’, de Julio Salvatierra. Hasta la fecha han sido siete los dramaturgos que se han involucrado en este proyecto: la canaria Irma Correa, el colombiano Fabio Rubiano, los españoles Laila Ripoll y Mariano Llorente, Julio Salvatierra y el uruguayo Gabriel Calderón, a la que se suma ahora en canario Mario Vega.