Muchas cosas parecen de película en esta rocambolesca historia que nos sitúa en la isla de Lanzarote. Lo primero es conocer que existe algo llamado Unidad Terapéutica Educativa (UTE). El preso en cuestión que según publica el periódico La Provincia responde a las siglas de R.C.M. forma parte de esta singular unidad cuya función, entre otras muchas, es dar charlas en los Institutos de Educación Secundaria de la zona. Es decir, hay presos, reos o delincuentes que están cumpliendo su condena que son trasladados a colegios para que su charla sirva de ejemplo a estudiantes menores de edad. Esto, según ha posido saber el que escribe estas líneas, es valorado como "terapeutico" para el preso y "ejemplar" para los jóvenes estudiantes. Lo que los cursis de la economía llamarían un 'win- win'.
Como quiera que este 'win- win' estaba en marcha, el ejemplar preso R.C.M. iba a impartir sus vivencias a modo de charla sobre la Reinserción Social en el I.E.S. Costa Teguise. En algún momento del traslado, según publicaba La Voz de Lanzarote, el reo escapó de la custodia del o los funcionarios de prisiones que le acompañaban desapareciendo en el árido paisaje de Lanzarote.
Los detalles de la fuga
El periódico La Provincia ha profundizado en los detalles. En la información que se publica apunta a que el preso sí llegó a las instalaciones del instituto pero aprovechó algún momento de "despiste" y saltó un muro echando a correr perdiendose su figura entre el paisaje de volcánico de la isla.
Hemos conocido en esta información que el sujeto aprovechó el cambio de turno en el centro para saltar una verja y sencillamente, largarse. Su custodia era una funcionaria de prisiones que al percatarse de que el preso no aparecía para dar la charla a los estudiantes de su ejemplar reinserción en esta, nuestra sociedad, comenzó a preguntar a todos si lo habían visto. Fue cuando uno de los docentes le comunicó que había visto a un varón que correspondía a la descripción saltando la citada verja.
Ni túneles en la pared del baño, ni helicópteros aterrizando en el patio ni guardias compinchados, R.C.M. sencillamente, se ha marchado. Aún se le busca.
