La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, ha anunciado este miércoles que la corporación iniciará este verano a modo de proyecto piloto y en el barranco de Masca (Buenavista) el cobro por el acceso a espacios naturales para no residentes en la isla.
Dávila confirma que se va a cerrar un convenio a tres bandas entre el Ayuntamiento de Buenavista, Puertos de Tenerife y el Cabildo que permitirá una mejora de los servicios y un incremento de la seguridad, entre ellos la apertura del embarcadero, que se cerró en 2018.
En principio se va a fijar un límite diario de 275 personas que transiten por el barranco -se estima la capacidad en 100.000 visitantes al año- y lo pueden hacer de forma libre o a través de empresas de turismo activo, si bien sí va a haber una línea de guaguas para regular la movilidad en el acceso al paraje.
La presidenta ha indicado que se van a utilizar los recursos de la empresa pública Tragsa para gestionar el cobro por la visita, cuyo precio aún no se ha fijado a la espera del desarrollo de una ordenanza general para todos los espacios naturales -la tasa en otros espacios de la isla empezará a cobrarse el 1 de enero-.
Ha apuntado que este nuevo modelo de visita va a “aliviar” los trayectos de ida y vuelta en el propio barranco y disminuirá el número de accidentes y rescates, al tiempo que confía en que la limitación de personas contribuirá a rebajar la presión medioambiental.
Asimismo, ha señalado que en la bocana del embarcadero se permitirá el fondeo de hasta cuatro embarcaciones más kayaks y piraguas.
Las obras del embarcadero supusieron una inversión insular de 1,6 millones para levantar un dique de 46 bloques de hormigón y una pasarela, con plataforma de embarque que se puede usar también como helisuperficie.
Cabildo y Ayuntamiento han pactado también el aumento del horario de los vigilantes ambientales que en verano se extenderá de 08.00 horas a 20.00 horas.