OPINIÓN | LA ANTICRÓNICA DE ROMÁN PÉREZ GONZÁLEZ

RCD Mallorca vs. UD Las Palmas: El viaje

👉 La UD estaba entre los mejores equipos del país

⚽ Hoy estaría, al igual que ya están Almería y Granada, con sus dos piernas en Segunda División

Gustavo de Dios

Canarias | 13.05.2024 11:21

La UD volvió a perder, esta vez con el Mallorca, y ya iguala los números de Pako Ayestarán, aquella UD esperpéntica que se fue a Segunda División sin remedio. La sensación es extraña porque por un lado el objetivo ya está logrado, pero por otro la temporada se ha ensuciado por completo. Uno ve otros equipos en una situación similar y se pregunta por qué aquí no. La UD sin presión, pero quizás ya sin fuerza, es un juguete en manos de equipos que no lo hacen especialmente mejor: el Mallorca no nos bailó, hizo lo justo, un gol y a guardar la ropa.

Equipos que llevan todo el año por debajo de la Unión Deportiva ahora la superan; no creo que sea falta de ambición, ni de capacidad, ni de interés, a nadie le gusta encadenar tres meses sin ganar. El equipo está en un momento en que nada sale, el primer gol de los últimos dos partidos ha sido en propia meta, o al menos ha influido en el gol, todo lo que antes era por mediación de Pinito ahora ya no llega. La falta de gol, alarmante, todo el año, se solventaba con una posesión desorbitada y con ser tú el dueño del tempo del partido y eso ahora es pura ficción, la presión tras pérdida que tanto rédito dio pese a que era un riesgo permanente merecía la pena porque el equipo era un acordeón perfecto, constante, acompasado y ahora no da, no llega, se ha descuadrado.

La UD ha hecho que todos los aficionados viajemos en una misma temporada de la mayor ilusión en años a la ignomia, a no saber ni qué decir, a que todo esto sobre por completo

Como si entrásemos en un bosque donde todo es nuevo y allí encuentras un sitio idílico con una casita y entras y crees que podrás vivir para siempre en ese espacio, pero cae la noche y empiezas a oír a animales salvajes golpeando la puerta y lo único que quieres es que amanezca para volver al punto inicial, a la temporada que viene. Sin aquel espectacular momento de forma, en el que la UD estaba entre los mejores equipos del país, hoy estaría, al igual que ya están Almería y Granada, con sus dos piernas en Segunda División. Sumó tantísimo y tan bien, tan rápido, fue tan efímero y tan hermoso que duele este desangrarse porque, básicamente, aunque los que saltan al campo no hayan variado como escribió Neruda “nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos”. Todos -en este viaje- hemos crecido y hemos muerto. Ya falta poco. Ánimo.