El Club Deportivo Tenerife hizo historia este domingo al derrotar por dos goles a cero a la Unión Deportiva Las Palmas en un gran derbi canario de Copa del Rey que clasifica a los blanquiazules para la ronda de octavos de final, en la que volverán a recibir en el Heliodoro Rodríguez López a un equipo de Primera División.
Solo en la temporada 1980/81 el Tenerife había sido capaz de superar a Las Palmas en una eliminatoria copera, de los nueve antecedentes que habían enfrentado a los eternos rivales. Arropados por 21.427 espectadores, el estadio capitalino vibró con sus futbolistas que fueron muy superiores a los grancanarios a pesar de la diferencia de categoría.
Desde el pitido inicial los futbolistas entrenados por Asier Garitano fueron mejores a los de Xavier García Pimienta, mostrando más deseo por la vitoria que su rival. De hecho, el central José amo abrió la cuenta goleadora muy pronto con un gol de cabeza a los 3 minutos de juego, pero es que el Tenerife llegó a tener hasta dos oportunidades muy claras de gol antes de ese tanto, en un comienzo fulgurante de los locales.
Vibró el estadio con el tempranero 1-0 llevando en volandas a su equipo. El tanto aturdió a una Las Palmas superada en todas las fases del juego. No cedió el asedio del Tenerife, que acumulaba una llegada tras otra sobre al área amarilla. Incluso le fue (bien) anulado un gol a Roberto López al cuarto de hora, pero a los 20 minutos Luismi Cruz estuvo hábil para hacer el segundo para locura de la grada anfitriona.
El propio Roberto López gozó de hasta dos ocasiones más antes del descanso para haber llegado al intermedio con una goleada que hubiera sido de escándalo. Porque el Tenerife pudo irse al intermedio con cuatro o cinco goles en su haber. En este primer tiempo solo un tímido intento desde fuera del área obligó al cancerbero local Tomeu Nadal a 'ensuciarse' los guantes.
El panorama en la segunda parte varió. Aunque en el cómputo global los locales merecieron el triunfo con suficiencia, Las Palmas dio un paso adelante tras la reanudación, obligado por el resultado. A medida que pasaban los minutos Pimienta introducía sustituciones de vocación ofensiva, y la expulsión de José Amo a los 63 minutos dio alas a los grancanarios, con superioridad numérica. Tuvo entonces el Tenerife que afanarse en defensa. El terreno de juego se inclinó hacia su propia área, pero lo cierto es que las llegadas por las bandas de Pejiño y Benito no cuajaban en ocasiones reales de gol para reducir diferencias.
Sin embargo, esa superioridad apenas le duró diez minutos a los visitantes. Una infantil acción de Araújo le costó la expulsión, equilibrándose de nuevo los efectivos en uno y otro bando. Aunque Las Palmas siguió dominando, el Tenerife se protegía bien y asustaba a la contra. Tan solo Kirian a un cuarto de hora del final estuvo cerca de reducir diferencias en un choque muy controlado por los de Garitano. El final del duelo desató la algarabía en una entregada afición blanquiazul, mientras que los poco más de 700 seguidores amarillos en la grada de Herradura despidieron a los suyos con silbidos.
A la espera de lo que suceda con la eliminatoria entre el Unionistas de Salamanca y el Villarreal, aplazado a este lunes por la insuficiente iluminación artificial, el Tenerife es el único equipo que no es de Primera División que jugará los octavos de final. Este lunes, a partir de las 17:30 horas, conocerá a su rival.
En las ruedas de prensa posteriores a los partidos, los entrenadores Asier Garitano y Xavier García Pimienta ofrecieron sus respectivas valoraciones. El preparador de los grancanarios pidió perdón a su afición por la imagen mostrada en el Heliodoro reconociendo que el Tenerife "nos ha pasado por arriba".
Mientras, Garitano estaba exultante y declaró que sus jugadores fueron "superiores" al rival, destacando una primera parte "excepcional", agradeciendo el ambiente vivido en las gradas en el que fue el primer derbi canario para el técnico vasco.
