'Utopía'
✍ Por Román Pérez González
Se preguntaba el maestro Eduardo Galeano para qué sirve una utopía y su respuesta incluida en el maravilloso ‘Libro de los abrazos’ decía “la utopía sirve para caminar”. Concretamente, “la utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”.
La UD llegó al Bernabéu con el objetivo de seguir avanzando en la utopía, en las previas todos los sueños son posibles, todos los goles son sencillos y las defensas unas murallas donde se estrellan los contrarios y el partido empezó dando color a ese sueño. El gol de Fabio Silva a los 26 segundos fue un espejismo maravilloso, genial, la Coca-Cola en el desierto, pero solo fue un chispazo que nada tuvo que ver con el resto del partido donde la UD fue un muñeco en manos de un Real Madrid herido en su orgullo, sabedores de que pese a todas las manchas en su traje si ganaban se ponían líderes. Mbappé jugó su mejor partido y la derrota siendo aplastante pudo ser mayor.
La UD sigue sin ganar al Real Madrid en su casa y ya serán 41 veces sin hacerlo, puede parecer un drama, pero no lo es; es un reto, llegar a tal número de partidos supone una bendición, ojalá estemos muchos años consecutivos tratando de derribar ese muro, pese a la distancia sideral; no hace falta que recuerdo la última visita a Barcelona, o sí, los hitos hay que recordarlos: esta temporada la UD en sus enfrentamientos ante Barcelona y Real Madrid ha ganado, perdido y empatado. 4 puntazos de 9. La utopía, ahí, agazapada, no nos deja llegar a alcanzarla, pero mientras vamos viviendo en este carrusel emocional que llamamos temporada 2024/25. Toca seguir remando con más ahínco porque el mismo impulso que nos hizo salir del pozo de la clasificación ahora tras malos resultados consecutivos nos ha puesto otra vez con las orejas gachas porque, aunque queda mucho, hay que volver a ganar ya.