La reactivación del incendio forestal de este pasado verano en la zona alta de los municipios de Santa Úrsula y La Orotava ha obligado a desalojar este miércoles, de forma preventiva, a unas 3.000 personas, informan fuentes del Cabildo de Tenerife a Europa Press.
Concretamente unas 2.400 personas pertenecen al barrio de La Corujera, en Santa Úrsula, y otras 600 a Pino Alto, en La Orotava, cuyo Ayuntamiento ha habilitado el pabellón Quiquirá para los afectados.
En la zona trabajan dos helicópteros del Cabildo, dos del Gobierno central y dos helicópteros de la Eirif de La Palma, pertenecientes al Gobierno de Canarias, y también se ha desplegado personal de tierra y medios materiales de las Brigadas Forestales del Cabildo (Brifor) y del Consorcio de Bomberos de Tenerife.
Desde la corporación apuntan, no obstante, que los focos de La Corujera y Pino Alto ya están estabilizados y que las columnas de humo son muy llamativas al arder los zarzales y el brezo, por lo que se ruega a la ciudadanía que no acceda al monte en estas zonas y que siga las instrucciones de las autoridades.