El juicio de conformidad ha quedado visto para sentencia este lunes en la Sección Primera de la Audiencia Provincial. Los hechos tuvieron lugar en Castro Urdiales en agosto de 2013.
Según el relato del fiscal, el acusado contrató los servicios sexuales de la mujer, para lo que ésta se desplazó a la casa del hombre donde ella estuvo fumando marihuana y bebiendo cerveza hasta que perdió la consciencia.
A la mañana siguiente, la mujer se despertó en su propio domicilio en donde se encontraba también el acusado y que, con el ánimo de privarla de moverse, le había "atado manos y pies con bridas de plástico".
Posteriormente, y con ánimo de lucro, el acusado sustrajo de casa de la mujer 300 euros en efectivo y objetos por valor de 1.300 euros, abandonando a continuación la vivienda y dejándola "tirada en el suelo y atada de manos y pies".
El fiscal relata que la mujer permaneció en esa situación durante varias horas, hasta que consiguió deshacerse de las bridas utilizando un cuchillo de cocina.