En los pueblos más pequeños, el bar tiene, más allá del servicio, una función de tipo social: donde no hay oferta de ocio y cultura, se convierten en punto de encuentro y socialización de los vecinos. Algo que, después de reclamarlo en reiteradas ocasiones, todo indica que será reconocido por el Congreso de los Diputados. La iniciativa presentada por Teruel Existe para que sean reconocidos como economía social —y puedan por tanto recibir las ayudas contempladas para mantener su funcionamiento— ha sido apoyada por diferentes grupos parlamentarios.
En Más de Uno Cantabria hablamos con dos de las personas detrás de la reapertura de dos de estos bares en Cicera (Peñarrubia) y San Martín de Lines (Valderredible) y con el alcalde de Miera, donde —tras el fracaso de la iniciativa privada— se plantea la apertura de un centro cívico con este servicio vital para los vecinos.