La enfermedad hemorrágica epizoótica que sigue entrando en las estabulaciones cántabras desde septiembre y seguirá creciendo en los próximos meses según el consejero de ganadería, Pablo Palencia, que anuncia un plan de ayudas. Su departamento pagará 25 euros por cada res que haya contraído la enfermedad y entre 700 y 1.500 euros por vaca muerta. Ya se han establecido los baremos para acceder a estas ayudas que están relacionados con la raza y la edad. Desde el gobierno confían en poder hacer efectivas estas ayudas antes de que finalice el año.
Alberto Quintial, responsable de UPA y con una docena de reses muertas, ha mostrado su satisfacción por este plan de ayudas para una enfermedad de la que se sabe poco a la hora de actuar y que afrontan con mucha incertidumbre día a día. En su caso atiende a sus vacas de carne enfermas fuera de la cuadra, al aire libre, donde se ha demostrado que merma la capacidad de actuación del mosquito que transmite el virus.