El Gobierno cántabro no cierra la hostelería que seguirá atendiendo en las terrazas pero decreta el toque de queda a las diez de la noche desde este fin de semana.
Transportes negocia con las empresas de autobuses la vuelta a la normalidad tras el recorte de frecuencias que provoca protestas de los usuarios.
La Guardia Civil intercepta a un motorista de 23 años circulando a 200 km/hora por la travesía de Oreña limitada a menos de la mitad de esa velocidad.