Hablamos con Bruno Comín de su vida en Estados Unidos, del éxito de haber superado los 6.000 puntos en Heptatlón, de los Juego de París este verano o de sus próximos retos. "Ahora, en dos fines de semanas, tenemos la final indoor de las competiciones universitarias, la NCAA, y es el gran objetivo. Con la marca que hice de 6.061 puntos podía haber ido al Mundial de pista cubierta, pero por razones académicas y de la universidad no pudo ser. Cuando comience la temporada de verano podré volver a representar a la selección española", comenta.
El atleta cántabro reconoce que "los Juegos Olímpicos siempre son el objetivo a largo plazo para un atleta" y que "espera estar en París vía ranking ya que la marca mínima está al alcance de muy pocos atletas en el mundo". Actualmente disfruta de una beca completa en Estados Unidos y ha mejorado sus marcas en todas sus pruebas. Con 24 años ya ha sido campeón absoluto de España y espera repetir este verano en Valencia compitiendo de tú a tú con Jorge Ureña. En 2015, cuando estaba estudiando en Canadá, participó en unos juegos escolares y allí Damian Warner, uno de los grandes campeones de la historia del Decatlón le recomendó centrarse en las combinadas porque le vio cualidades.
La vida universitaria estadounidense le ofrece mil facilidades para entrenar y recuperarse, aunque sigue en contacto con su entrenador en Santander, Ramón Torralbo, y volverá a trabajar con él cuando regrese. "La vida en la universidad americana es como en las películas, pero aumentada por diez. Es increíble como gira todo en torno al equipo de fútbol americano, con sus animadoras y esas cosas... Hay 60.000 estudiantes, unas 150.000 personas en el campus, es como una ciudad volcada mucho en el deporte", cuenta.