Las navidades de Pablo Arrarte son muy diferentes a lo habitual. En los últimos años participa en la Rolex Sydney-Hobart, conocida como la regata del infierno. Parten desde la bahía de Sydney para llegar a la capital de la isla de Tasmania,. Esta edición, la 78, ha sido muy especial, porque se cumplían 25 años de una tragedia sucedida durante el evento. Las malas condiciones originaron varios naufragios, rescates y víctimas mortales. "Allí es una regata muy emblemática, miles de personas y cientos de embarcaciones nos acompañan en la llegada y la salida. Es un placer que nos inviten a participar y cuenten con nosotros", dice el cántabro. En el Comanche le acompañaba otro paisano, Ñeti Cuervas Mons.
En esta edición, después de ir liderando toda la regata con el Andoo Comanche, otro barco les adelantó en la meta. Les ganaron por 51 segundos en un apretado sprint. "Te quedas con mal sabor de boca, pero en los barcos de 100 pies está todo muy competido, estuvimos los dos peleando toda la regata y con poco viento se decidió todo en la meta", explica. Los veleros más grandes recorren la distancia en poco más de día y medio y eso que este año las condiciones no han sido muy buenas. En el ganador, el LawConnect, navegan dos canarios, Carlos Hernández y Simbad Quiroga. "Somos buenos amigos, es una gozada que nos llamen para participar, coincidimos en muchas regatas al año y estamos muy contentos por ellos. Todos lo hemos pasado bien y así es el deporte".