Guillermo Nieto, presidente el Cormorán Rugby Club, reconoce que fue muy complicado poner en marcha el proyecto en septiembre y con la competición a las puertas, tampoco se pudo ya acceder a las subvenciones institucionales en ese tiempo. "Fue todo muy rápido, pero no podíamos perder todas esas fichas y la ilusión de los jóvenes. Nos juntamos algunos veteranos, jugadores y padres y la primera reunión fue en el Cormorán, de ahí el nombre del club". Ahora esperan volar alto como el ave y piensan ya en un primer ascenso desde la categoría regional. También han puesto en marcha en enero un equipo de inclusión y tienen en mente hacer muchas cosas en San Román.